Caciquismo del siglo XXI

A finales del siglo XIX, después del fracaso de la primera república, se puso en marcha en España la Restauración borbónica, que pretendía devolver a la corona a los Borbones y restablecer el orden social que había imperado en España hasta entonces. Para llevar a cabo esta tarea Cánovas del Castillo, máximo dirigente del partido conservador, mandó a Sagasta a crear el partido liberal , con el fin de afianzar el bipartidismo en España. Ambos partidos se iban turnando en el poder para mantener cierta estabilidad política. Para lograr esto, el monarca, que por aquella época era Alfonso XII, convocaba elecciones para cuando el partido de turno en el gobierno se desgastase.

Con el fin de asegurarse la victoria electoral del partido en la oposición surgió el caciquismo. Éste consistía en amañar las elecciones mediante varias vías. En primer lugar, en todas las localidades había un cacique, que solía ser un terrateniente y que amenezaba a los trabajadores con perder su empleo si no votaban al partido correspondiente. La segunda medida era el «pucherazo», que consistía en falsificar los votos, haciendo participar hasta a los muertos en las elecciones.

Como se puede comprobar, este sistema era totalmente corrupto y, por lo tanto, injusto. Denunciar estas formas políticas en la actualidad no tendría sentido puesto que se dieron hace más de cien años. Sin embargo, a continuación voy a exponer unos argumentos que reflejan la pervivencia de estos métodos.

Primero de todo, la corrupción. No hace falta ver muchos días el telediario para que aparezca un caso de corrupción urbanística, malversación de fondos etc. Hoy día, los dueños del país son los jefecillos locales. Es raro el pueblo en el que un partido no lleve gobernando toda la vida.

En segundo lugar, la coacción de los concejales. Sigue habiendo en el siglo XXI personas que votan a un partido debido a favores nepotistas, cuando luego su ideología es totalmente diferente a la de ese alcalde.

Y por último la financiación municipal. El gobierno sigue aumentando el dinero destinado a los ayuntamientos. En teoría, para incentivar el empleo, cuando son principalmente los alcaldes los que causan su destrucción. Uno de los grandes problemas de España es que pagamos muchos impuestos ya que tenemos a demasiados responsables cuando la cosa va bien y ninguno cuando hay problemas. Me estoy refiriendo a que tenemos que pagar al ayuntamiento, la diputación, el gobierno de la comunidad autónoma y al gobierno central. Un gasto ingente que ahoga al contribuyente.

En conclusión, yo propongo reducir el dinero que reciben los ayuntamientos con el fin de añadir transparencia a un sistema cada vez más corrupto. Además, suprimir ciertos cargos que tienen varias personas a su mando.

3 comentarios el “Caciquismo del siglo XXI

  1. anveger dice:

    Sería una buena medida para reducir la corrupción

  2. Pedro Gómez dice:

    Absolutamente de acuerdo con la idea del cacique municipal. Pero yo añadiría que, en la mayoría de los lugares donde no cambia un partido a lo largo de las candidaturas, hay altos niveles de incultura o de desinformación. ¿Acaso Antequera mantendría a Ricardo Millán, alcalde del PSOE con una ideología que vete tú a saber de qué es (no de izquierdas ni de derechas, más bien de centro para adentro económicamente hablando) si supieran más sobre los problemas de presupuesto y/o educación del pueblo? Que yo sepa el ayuntamiento filtra poco o nada.

    En fin, buen artículo Dani ^^

  3. danisoler dice:

    Gracias Pedro ^^

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