Y ahora que España ha ganado el mundial de fútbol ¿qué? ¿nos seguirán machacando hasta la saciedad con la victoria? ¿Qué se van a inventar para desviar la atención del «personal»? ¡Ah, claro, está la playa! Mientras para algunos esta victoria ha sido un subidón de adrenalina, para otros, los menos, no deja de ser desolador este pseudopatriotismo de pelotas.
Es aterrador ver que, tras la victoria de un partido, la masa social inicie una estampida por todas las ciudades españolas, incluso ha habido peleas con navajas, robos de coches, asesinatos; todo por un partido que a nosotros no nos da de comer. A mí a veces me produce la carcajada pensar que personas puedan levantarse delante de la televisión, gritar o insultar, en función de la imagen que les pongan en frente de la «caja tonta». Como dice Francisco: «Yo me cultivo, gracias a la televisión, porque, cada vez que se enciende, me voy a leer».
Jajajajajajaj. Lo peor va a ser que llevas razón.
Por cierto, esa tipografía es de el mundo, hay que ver que ya vas por el buen camino… jaja
No no, la he cogido de Marca. Pero vamos que puñetera gracia que me hacen los dos portales jaja.
Pues sí. Ayer se firmó la sentencia de muerte de España como nación y de los españoles como ciudadanos.
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Al menos espero que sirva para aumentar la autoestima de la gente y que crean que «salir del pozo» es posible.
Y ahora que España ha ganado el mundial de fútbol ¿qué? ¿nos seguirán machacando hasta la saciedad con la victoria? ¿Qué se van a inventar para desviar la atención del «personal»? ¡Ah, claro, está la playa! Mientras para algunos esta victoria ha sido un subidón de adrenalina, para otros, los menos, no deja de ser desolador este pseudopatriotismo de pelotas.
Es aterrador ver que, tras la victoria de un partido, la masa social inicie una estampida por todas las ciudades españolas, incluso ha habido peleas con navajas, robos de coches, asesinatos; todo por un partido que a nosotros no nos da de comer. A mí a veces me produce la carcajada pensar que personas puedan levantarse delante de la televisión, gritar o insultar, en función de la imagen que les pongan en frente de la «caja tonta». Como dice Francisco: «Yo me cultivo, gracias a la televisión, porque, cada vez que se enciende, me voy a leer».