La quintaesencia de la atrocidad II

He mostrado en numerosas ocasiones mi desagrado a la religión cristiana y, también, he argumentado el porqué la Iglesia Católica es la peor institución de la historia de la humanidad. Por eso, considero recomendable leer la primera parte antes de continuar con ésta.

Como digo muchas veces, yo tolero a todo y a todos, pero no respeto a aquellas personas que, siendo conscientes de a qué institución veneran, siguen venerándola. Además, y como muchas personas afirman, no hace falta una institución para que la gente crea en Dios, tampoco para representar creencias personales y modos de vivir y, mucho menos, para imponerlos. Lo personal no puede ser tratado como público.

¿Es necesaria tanta parafernalia para el cristianismo porque no es lo suficientemente convincente?

Al escribir esto, me he acordado de la música de la Semana Santa que es muy parecida a la música que se hacía en los batallones de todas las antiguas guerras, para motivar a los soldados, para que CREYERAN en lo que defendían y lo defendieran a “capa y espada”. Imagínense una Semana Santa sin eso, no es nada. Es lo que tiene el sonido del tambor…

Está claro que una institución tan perjudicial para el ser humano (en los sentidos de individuo y de sociedad) y que, además, es innecesaria; que siga aún vigente en el siglo veintiuno es porque algo falla.

Querido lector, ¿Usted apoyaría que el partido de Adolf Hitler siguiera aún efectivo, aunque renovado? Pues algo peor es lo que sucede en la actualidad. Sigue impune una institución que ha asesinado a muchos más millones de personas (se dice demasiado pronto), que se ha aliado con asesinos como Francisco Franco, y que aún sigue teniendo el mismo poder.

Bien, ¿Qué está fallando? ¿Qué permite la existencia de tal institución?

Encuentro de Benedicto XVI y Obama.

En primer lugar, lo que viene ocurriendo desde muchísimos años es que El Vaticano, donde reside el alto poder de la Iglesia, sea un Estado independiente.

Noticia: ‘Tal país mejora las relaciones con el Papa’. Algo realmente bochornoso. ¿Cómo puede equipararse un Estado a una persona, que por cierto, perdona la pederastia?

Esto impide que la Iglesia caiga por su propio peso, ya que algunos gobernantes y/o países son más católicos que otros. Por ello, que un gobernante no acuda a visitar al Papa, niegue la visita de éste o se declare ateo no estará bien visto por los demás países.

¿Las creencias más personales deben ser políticas? Que el lector responda.

En segundo lugar, la Iglesia crea una forma de entender la vida e intenta imponerla al mayor número de personas. Es decir, se apropia de lo más personal del ser humano; esto le otorga gran capacidad de manipulación puesto que ella es la dueña de los valores más personales.

Historia de la Iglesia

Un grupo de personas se reúnen en torno a Jesucristo; escriben una serie de libros inaceptables en la edad contemporánea, que se unen a otros para crear La Biblia; extienden sus creencias y posteriormente persiguen a los que no estén de acuerdo con ellas. La religión cristiana termina cuajando en la población y se va transmitiendo de generación en generación; de padres a hijos. Igual que sucedía con la mitología griega.

Hay que resaltar que la transmisión tan rápida de estos ideales se debe a la gran ignorancia del momento; respondía a cuestiones sin respuesta en aquella época (muchas hoy son respondidas por la ciencia), de ahí tanto interés por el estancamiento de la ciencia y el asesinato a genios.

Resulta un tanto curioso que el período de máximo apogeo del cristianismo coincida con el período más tenebroso de la humanidad y con el declive de la civilización romana. Por último, se reforma la institución que representan esas creencias personales (equiparables a la mitología griega o incluso a la magia) y se crea un Estado: El Vaticano.

Increíble todo un país haciéndose dueño de ideas personales y recibiendo una contraprestación por tal desfachatez. El adjetivo más despectivo para esta institución se convierte en un sustantivo, en un nombre para designarla.

La quintaesencia de la atrocidad

Hoy hablaré de las mayores barbaries cometidas en la historia de la humanidad, muy poco reconocidas pero muy conocidas. Muchas personas saben nada más leer el título de esta entrada a quien me estoy refiriendo: a la hipocresía en acto, a la barbarie, al puro asesinato, a la quintaesencia de la atrocidad, es decir, a la iglesia católica.

La iglesia católica es la institución que a más personas ha asesinado, incluyendo entre estas personas a grandes genios como Galileo Galilei. La Santa Inquisición, el organismo de la iglesia católica dedicado a asesinar es el que más atrocidades ha cometido en la historia de la humanidad, incluso mucho más que los abominables y denunciados actos de la Alemania Nazi. Los  muertos a manos de dirigentes católicos son tan innumerables como el dinero que han conseguido con sus mentiras.

La institución que más a retrasado a la humanidad, el organismo más hipócrita, el organismo más mentiroso, es decir, la iglesia católica ha ido perdiendo poder a medida que la humanidad ha ido avanzando, a pesar de las grandes trabas que la iglesia ha puesto al avance. La iglesia, entre innumerables actos, eliminó incluso a sus propios componentes, eliminó a grupos intelectuales como los iluminati, suprimió grandes teorías que hubieran supuesto una gran mejora en la calidad de vida y asesinó a todos los que buscaban encontraban la verdad ya que la verdad contradecía a la mentira, es decir, a sus principios. Pero resulta curioso, que aun la iglesia no haya destruido un libro tan perjudicial para la misma: la Biblia. ¿Por qué es perjudicial? Porque en el mundo actual, en el avanzado, tanta contradicción no cabe. Pondré un ejemplo, «Y así la Virgen María quedó embarazada por obra del Espíritu Santo» Que levante la mano el que crea esta frase… ¿Nadie? Ah, sí: creo que el Papa.

Por otro lado, aunque no se haya eliminado la Biblia, si se ha modificado hasta un extremo que podría legar a ser comparado con sus asesinatos. Se ha tergiversado prácticamente toda la información, os daré un dato demoledor: existían tres historias diferentes sobre Jesucristo. Solo conocemos dos historias -la segunda es la aportada por el evangelio secreto de Judas-, nos falta la tercera. Os daré otro segundo dato: existen trece evangelios secretos suprimidos de la Biblia del que solo conocemos el anteriormente citado. ¿Qué contenían esos capítulos para que la iglesia decidiera eliminarlos?

Los asesinos, los que actuaron a golpe de sangre, los que quemaron en la hoguera, o sea, los miembros de la iglesia católica deberían ser recordados por sus actos y tendría que denunciarse públicamente por todos los estados y sus atrocidades, tan encubiertas como desgarradoras, deberían ser más comentadas y opinadas en el mundo actual y no pasar del tema. Esto sería de gran ayuda para no olvidar la mayor masacre cometida por «personas». La iglesia católica, debería morir, perecer de la vergüenza y disolverse, pero al no poseer nada de lo que reclaman: ética. Así que es entendible – e irespetable- que no lo hagan.

Los seres humanos poseen muchísimos puntos de vista y opiniones, todas muy respe- tables. Pero hay excepciones, quien conozca la verdadera historia de la iglesia católica y quien tenga cultura suficiente sabrá las atrocidades que tal institución ha cometido. Estas personas que conocen tal institución y aún siguen siendo fieles a ella yo no las respeto y condeno sus actos desde cualquier lugar que pueda  condenarlos y siempre los condenaré. Las personas ignorantes y que son fieles a tal institución abominable si las respeto ya que no son conscientes de la verdad.

Además, la iglesia católica quiere enriquecerse bajo cualquier concepto. A veces creo que la persona más atea es el propio Papa, todos los Papas en general. Desde aquí pido a la gente que deje de seguir a una institución que fue y por tanto, es asesina. Que deje de asistir a sermones, ni siquiera los domingos. También quiero pedir que no bauticen ni hagan la comunión ni se casen por una institución asesina ni nada por el estilo.