¿Si La Tierra es el problema, La Luna es la solución?

Es ya sobremanera popular que el hombre cuenta, en la actualidad, con graves dificultades. Además de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que deben de cumplirse para 2015, a más largo plazo la humanidad necesitará de otros desafíos. Por ejemplo, hacia 2050 la población de la tierra superará los 9.000 millones de habitantes y, lógicamente, los recursos serán aún más escasos. Es indiscutible: tenemos que buscar cobijo fuera del planeta. Además, aunque no sea necesario, a corto plazo nuestros dos problemas más urgentes (combustibles fósiles y recesión económica), por raro que parezca, pueden solucionarse por la vía espacial.

Resulta un tanto curioso que estos dos puntos o desafíos son también esenciales para entender el interés que está suscitando nuestro satélite natural. La crisis económica obligó a Obama a abortar el ambicioso plan -propuesto por Bush- de exploración del Sistema Solar. «Los tiempos de crisis no son los mejores para explorar otros mundos» -sentenció el nuevo presidente electo de EE.UU. en febrero de 2010-.

El problema de las energías no renovables que se nos presenta es gravísimo, yo diría que, de no tomarse las precauciones suficientes -que son bastantes- se podría originar una crisis económica de unas magnitudes insólitas. Nuestro sistema está sustentado en el «oro negro» (incluso se habla de petrodólares). Por ejemplo, el alquitrán, los neumáticos o materiales archipresentes en nuestra vida cotidiana como los plásticos son posibles gracias al petróleo. Imagínense un día sin todos esos materiales: fábricas, empresas e industrias, de la noche a la mañana, cerradas. Parece que nuestro sistema es posible si, y sólo si, hay petróleo, un material contaminante, repartido asimétricamente por el mundo con los consiguientes conflictos políticos y, por si todo esto fuera poco, que se acabará tempranísimo. ¿Sin combustibles fósiles volveríamos a un nivel de vida parecido al anterior de la primera revolución industrial? En fin, cuando se acabe el petróleo -en un lapso de 20 ó 30 años- nuestras expectativas se verán aún más desbordadas que con la crisis actual.

¿Podemos sustentar nuestro sistema en otros recursos? Podemos hacerlo de dos formas: desarrollar y aumentar la eficiencia -y eficacia- de los sistemas de aprovechamiento de las energías renovables en la tierra, tales como la energía geotérmica, mareomotriz, biomasa, solar y un etcétera que aumenta con el tiempo y/o podemos solucionar el problema en la Luna. Sí, allí se encuentra un material (el Helio 3) seguro, eficaz y que hará posible el gran sueño de la fusión nuclear. El hecho de que en la Luna no haya atmósfera permite la acumulación de este material tan útil y renovable al mismo tiempo, la eficiencia energética jamás soñada. Ésta puede ser la solución más rentable y viable. Es más, Energia Corporation planea minar el satélite para la extracción del material en 20 ó 30 años.

La colonización de la Luna parece difícil, pero no lo es tanto la extracción del antedicho recurso. La compañía Bell Aerosystems piensa abastecer a los trabajadores, para transportar los recursos, con pequeños vehículos que alcanzarían velocidades cercanas a las de un aeronave, debido a la inexistencia de atmósfera.

También, la NASA ha apoyado económicamente el proyectores insigne ascensor lunar que servirá para transportar recursos o materiales -no es posible para personas- de la Luna a la Tierra y viceversa.

En definitiva, la Luna puede ser la salvación de la Tierra y, por eso, Rusia, Japón e India planean en el 2020 misiones lunares tripuladas e incluso China en 2030. A propósito, la colonización lunar, de conseguirse, solventaría la sobrepoblación prevista. Parece que EEUU también ha perdido el primer puesto en la carrera espacial, que será ocupado por los países BRIC’s.

Aunque parezca paradójico, las crisis periódicas que se producen, en gran medida, por las fluctuaciones del crudo -eso sin contar los abusos de los banqueros-, pueden suprimirse para siempre encontrando la solución fuera de la Tierra. Porque contamos con la tecnología pertinente. En mi opinión, el espacio y la tecnología resulven todos los problemas económicos que puedan columbrarse.

Retos de futuro

«Me importa el futuro porque es donde voy a pasar el resto de mi vida»

«El avance de la tecnología es cada día más acelerado»

«En un futuro, los humanos serán mitad tecnología y mitad biología»

Todos somos conscientes de la velocidad de los avances tecnológicos y científicos que revolucionan la vida de todos los seres humanos, incluso influimos en la naturaleza. Efectivamente, podemos influir en la naturaleza tanto para mejorarla como para empeorarla, por eso es necesario un desarrollo sostenible que no desacelera la rápida evolución de las ciencias.

Cuantas más personas haya en el mundo, más rápido irán los avances. Si esto va acompañado de tecnología, educación y aprovechamiento de los recursos más acelerado será el progreso. Por eso, todo el mundo ha errado al predecir el futuro, se ha quedado corto. Recuerdo que Bill Gates afirmó que «posiblemente, en un futuro muy lejano, los ordenadores tendrían más de un megabits de memoria». Ahora la memoria ha sobrepasado enormemente esa cifra.

Como más vale una imagen que mil palabras, dejaré fotografías de hace cincuenta años y fotografías de la actualidad.

Aquí vemos la comparativa de un restaurante de Madrid hace cincuenta años (a la dere- cha) y un restaurante de una ciudad cualquiera de ahora.

No solamente cambia la tecnología en sí -como ya hemos visto- sino que hasta la visión que tenemos de la vida y nuestro aspecto físico. Como es visible en la portada de la revista semana, con una diferencia de 50 años.

Ciudades como Dubai. Donde se encuentran las construcciones arquitectónicas más vanguardisas pueden darnos la clave para ver como será nuestro ambiente en un futuro próximo.

Puente en costrucción en la ciudad de Dubai.

El más alto, a punto de inaugurarse.

Es realmente difícil saber cuál va a ser nuestro futuro; pero, viendo el avanze cada vez más acusado entre el pasado y el presente, podemos hacernos una idea de nuestro futuro.

¿Cómo serán nuestras vidas dentro de cincuenta años? ¿Viviremos quizás en la Luna o en Marte? ¿La esperaza de vida podrá duplicarse? ¿El cáncer y el SIDA serán visto como ahora vemos un simple resfriado? ¿Viajaremos a la velocidad de la luz regularmente? ¿Viajaremos en el tiempo?

Para terminar, voy a pediros un vatici- nio sobre cualquier ámbito (política, ar- quitectura, salud, informática, estilos de vida, economía, …). ¿Cuáles crees que serán los mejores avances realizados en el 2060?