En este artículo trataré la siguiente cuestión: cuál debe ser la finalidad del lenguaje. Para empezar, diferenciaré dos tipos de lenguaje: el informativo o comunicativo y el literario.
Dicho lo cual, considero que el objetivo primordial de nuestras estructuras sintácticas (lenguaje) es comunicar una información. Los primeros homínidos lo hacían, algunos animales utilizan un lenguaje (aunque no sintáctico) también para intercambiar información. Los recién nacidos utilizan el llanto, más tarde las primeras palabras; con eso ya comunican suficiente información. En resumen, el lenguaje tiene como finalidad primera la transmisión de contenidos, de información.
Por tanto, ¿qué lenguaje es más importate, el literario o el informativo? ¿qué es más importante, la forma o el contenido? El lenguaje informativo es taxativamente más importante. El contenido refleja el pensamieto, los conceptos, las ideas; es objetivo. La forma (el continente) refleja belleza o hermosura, la musicalidad, el ritmo; es subjetivo.
Me gustaría asimismo hacer referencia a determinadas corrientes lingüisticas como el modernismo o el parnasianismo. Su frase emblemática era: «el arte por el arte«, es decir, crear únicamente belleza obviando el contenido. Esto es empezar la casa por el tejado. Lo primero y lo más importante (contenido) debe cuidarse antes, más y mejor que la forma. En definitiva, el contenido es necesario y la forma es supérflua. Dicho de otro modo: el contenido es esencia y la forma es apariencia. Y muchas veces, las apariencias engañan.
Una vez que ya he dejado claro el objetivo primero que debe perseguir el lenguaje, voy resaltar los aspectos específicos de los que se debe ocupar el lenguaje informativo.
Primero: intentar utilizar el menor número de recursos expresivos.
Segundo: utilizar en abundancia los sustantivos en detrimento de los adjetivos; llegar al contenido en sí, a lo objetivo, a la esencia de las cosas. Igual que pretendió Juan Ramón Jiménez. Esto puede tener como consecuencia un lenguaje algo más complejo intelectualmente, pero que podrá hacerse sencillo más tarde.
Tercero: ser consiso, claro y natural. Intentar utilizar las palabras de la forma menos retórica posible; que pueda entenderlo el mayor número de personas. Un estilo periodístico, pues lo primordial es comunicar un contenido al mayor número de personas.
Cuarto: Los adverbios quedarían en segundo lugar, pues en muchas ocasiones son necesarios para entender el mensaje.
Quinto: asimismo los adjetivos tampoco pueden eliminarse al máximo, pero podrían obviarse todo aquel adjetivo que sea mínimamente subjetivo o supérfluo. Los adjetivos sustantivados, por ejemplo, son los que deberían mantenerse. También es preferible una proposición subordinada adjetiva que un adjetivo.
Sexto: Ilustrar el mensaje con ejemplos e iconografía. Además, explicar lo mismo de otra forma en algunas ocasiones, ya que así habrá más personas que accedan al concepto del que se quiere informar.
Por último, me gustaría dejar una apreciación subjetiva. Considero que un lenguaje tan sencillo como el que he planteado aquí, con un contenido posiblemente complejo resulta difícil de crear, pues se tiene que explicar algo difícil de forma fácil. Por eso es por lo que se necesitaría más tiempo en crear un mensaje asequible, conciso y breve (lo bueno si breve, dos veces bueno) que el dedicado a un mensaje difícil y largo.
«El sustantivo es la virtud; el adjetivo, el vicio. Como el vicio, el adjetivo nos atrae, sensual, chocante, femenino. ¡Y caemos en él tan a gusto, tan a gusto, tan a gusto! Toda la obra está llena de adjetivos como la vida de caídas. Frente a la aurora, uno se propone no caer, pero ¡quién puede liberarse de las redes de la siesta, del ocaso, de la noche! El sustantivo es la verdad propia. El adjetivo es lo otro, los otros, otro todo, todo, todo.»
Juan Ramón Jiménez (España, 1881-1958), Premio Nobel de Literatura en 1956.
La educación es esencial en el ser humano en todos los ámbitos -economía, comunicación, política, …-, esto es casi una certeza radical.
Además de ser importante y útil al propio ser humano, también repercute a todo lo que nos rodea. Personas bien instruidas, generalmente, respetarán más al medio ambiente que las que no lo están, serán más tolerantes que las personas no educadas, tratarán mejor a los animales -véase la tauromaquia- e incluso podemos mejorar el mundo creando nuevas realidades como, por ejemplo, el ordenador que tengo ante mí, resultado de años y años de evolución causada por la educación cultural, conceptual y natural.
Ya he añadido en varias ocasiones que la educación es la principal diferencia entre los animales y las personas. La base del ser humano actual es la cultura y la civilización, a través de ella estudiamos, aprendemos, como mínimo, un idioma. Por este motivo, me voy a extender, ya que considero que es importante la profundización en temas vitales como este para desarrollar una buena filosofía de vida.
He encontrado dos tipos de educación diferentes:
1. Educación individual o natural
La educación individual es la que interfiere en nuestro comportamiento de manera directa, la que conforma nuestra personalidad y la que nos diferencia de las demás personas. Esta educación es la másimportante de todas, las personas primero somos individuos independientes unos de otros y, luego, llegan las demás atribuciones.
A todos los recién nacidos, se les enseña individualmente para que desarrollen todas sus capacidades, la mayoría de las personas se concentra más estudiando en solitario, muchos grandes genios han estado solos y precisamente, cuando más solos estaban, mejor les iba la vida profesional. Todo método de educación que no gire en torno al individuo no va a educar muy bien puesto que cada persona es diferente y, en consecuencia, necesita enseñanzas adaptadas. Por tanto, la primera educación, la principal, la idónea, debe y tiene que ser la educación más natural que existe: la educación individual.
¿Cómo educar individualmente? Esta pregunta es filosófica ya que hay tantos factores que influyen que siempre, sea cual sea la respuesta, nos dejaremos algo en el tintero. Yo voy a tratar de responder a esta pregunta de la mejor manera posible y para ello, tras largas reflexiones y disertaciones, he dividido este tipo de educación en tres subtipos.
Educación individual primera o propia
Consiste en el autodidactismo.
El que nosotros nos enseñemos a nosotros mismos no es nuevo y todo el mundo lo hace, a veces, sin darse perfecta cuenta. Pero, sería más beneficioso que se profundizara en esta forma de educarnos a nosotros mismos porque es el método más eficaz y, sobre todo, más eficiente de educación. Otro alegato a favor de este modo de educación es que si nosotros no dejamos la mente abierta y dispuesta a aprender, nunca lograremos superarnos a nosotros mismos, es decir, aprender.
La educación propia, también está emparentada con el solipsismo -estar ensimismado- o, dicho de otro modo más claro, la reflexión propia.
Tanto el autodidactismo como el solipsismo pueden aprenderse de diversas formas.
Educación individual segunda o parental
Está relacionada con la confianza, los consejos, la autoridad y la obediencia.
Por mucho esfuerzo que dediquemos a aprender únicamente por educación propia, nunca nos formaremos como es debido, ya que necesitamos de la ayuda de personas con más experiencia, madurez e inteligencia que nosotros. Un pequeño matiz: las personas solo adquieren conocimientos de las personas con autoridad y confianza. Por este motivo, es necesaria en la enseñanza tanto la autoridad como la confianza.
Un ejemplo: tenemos una profesora muy severa pero que no inspira confianza en el alumnado otorgando la aversión y la desconfianza de los alumnos e incluso podría ocasionar la desconfianza del alumnado en sus propias posibilidades. En cambio, si tenemos una profesora que inspira una buena confianza, el alumnado confiará en ella, además, se sentirá seguro. Pero si la confianza no va acompañada de autoridad, los alumnos acabarían por creer que la profesora es una alumna más, por tanto, hay que buscar un equilibrio entre autoridad y confianza.
Con la autoridad y la confianza bien armonizadas entonces los consejos que el maestro dedique, el aprendiz los tomará con seguridad, si este tiene una buena educación propia. Por este motivo, los padres son los más adecuados para ofrecer la educación parental aunque, en ocasiones, haya personas capacitadas -dígase profesor- para dicha labor. Lo ideal es armonizar la educación parental con educación propia (solipsismo y autodidactismo). Hay que matizar que un profesor no inspira los mismos grados de autoridad y confianza que un padre o una madre.
CONFIANZA + AUTORIDAD = OBEDIENCIA
Educación individual tercera o ajena
Consiste en la educación que recibimos por terceras personas o medios de comunicación. Por ejemplo, un programa de radio o un psicólogo. Esta educación puede ser, sin que nos demos cuenta, tanto perjudicial como beneficiosa. Por ejemplo, los políticos y los medios de comunicación suelen dramatizar, mentir y engañar.
La educación ajena dependerá, en gran medida, de nuestro nivel de educación, primero propia -para saber escoger qué consejos y qué consejeros- y luego parental.
Una muestra: podemos confiar ciegamente en un amigo que nos ofrece, por ejemplo, un tipo de droga. Si no tenemos una buena educación propia, sobre todo, actuaríamos mal aceptando esa sustancia.
¿Qué es lo bueno? Aquel acto que se realiza buscando el bien propio, el bien de la persona(s) que afecta y al bien de la sociedad en general, siempre y cuando, se armonicen fines y medios. En definitiva, ser justo con todo y con todos.
Debemos tener una formación interna para discernir lo bueno de lo malo así como evitar manipulaciones. Por eso, esta educación aparece en etapas más tardías que las anteriores ya que esta es una consecuencia de la educación parental y propia.
2. Educación cultural
Es axiomático que la educación también es cultura. La cultura tiene diversos sentidos y, dado que hablaré de todos ellos, dividiré este apartado en dos subapartados.
Cultura primera o cultivo de la mente
La educación también hace referencia al conocimiento humano incluyendo el conocimiento académico. Este conocimiento no es vital pero si es necesario, sobre todo, en la sociedad decimonónica. La educación conceptual o el cultivo de la mente es aquella que nos hace comprender el mundo; ya sean ciencias humanas, empíricas o formales. Este tipo de educación es la más importante para el avance de la humanidad y, en economía, para ampliar el capital humano de un país.
Los conocimientos históricos, filosóficos, químicos, físicos, matemáticos, lingüísticos ayudan al individuo a comprender el mundo que le rodea, a subir en el escalafón social, a saber escribir, a pensar. Además en la sociedad del siglo XXI nos da posibilidad de conseguir un trabajo tendiendo así seguridad.
Cultura segunda o humanización
Es el sentido general de cultura y el más importante, se refiere a todo lo que no heredamos genéticamente, a todo lo que aprendemos dentro de una civilización, a las normas, a las creencias, a los modos de vida y, en general, a lo que hace a un individuo componente de una civilización. Me gustaría dividir el concepto de cultura segunda en dos: cultura global y descultura.
La cultura global es todo lo que se aprende de todos los pueblos en general, lo que se aprende a través de los libros, del cine, viajando y, en general, todo lo que nos aporte conocimientos válidos para cualquier parte del mundo. Podemos citar una serie de ejemplos de cultura global: la existencia de una lengua, sistemas económicos, estructura familiar, creencias y la prohibición del incesto. La cultura global es superior a cualquier tipo de cultura. Sin esta cultura, el ser humano no sería humano.
Por otro lado, la descultura es todo lo que se aprende en una civilización concreta, es decir, todo lo que aprendemos en un país, en un barrio y, en general, los rasgos culturales de una zona concreta pero que no se comparten con el resto del mundo. He decidido denominarlo descultura porque considero que aporta rasgos perjudiciales (y beneficiosos). A medio y largo plazo, con la globalización, podría darse en el ser humano una cultura más global y que se redujesen los rasgos culturales específicos que nos aporta la descultura. No siempre aporta perjuicios hay veces que es beneficiosa por tanto, habría que buscar un equilibrio entre cultura global y descultura. Para mí el equilibrio perfecto sería el contrario al actual: que predominara la cultura global y que, en un segundo plano, estuviera situada la descultura.
El principal problema que genera la descultura es la creencia de que la cultura propia es la mejor y, en consecuencia, genera movimientos como el etnocentrismo que considera que las demás culturas son inferiores, la xenofobia u odio hacia los extranjeros, el racismo o rechazo violento a otras culturas y el chovinismo o racismo exacerbado.
La educación es esencial en el ser humano en todos los ámbitos -economía, comunicación, política, …-, esto es casi una certeza radical.
Además de ser importante y útil al propio ser humano, también repercute a todo lo que nos rodea. Personas bien instruidas, generalmente, respetarán más al medio ambiente que las que no lo están, serán más tolerantes que las personas no educadas, tratarán mejor a los animales -véase la tauromaquia- e incluso podemos mejorar el mundo creando nuevas realidades como, por ejemplo, el ordenador que tengo ante mí, resultado de años y años de evolución causada por la educación cultural, conceptual y natural.
Ya he añadido en varias ocasiones que la educación es la principal diferencia entre los animales y las personas. La base del ser humano actual es la cultura y la civilización, a través de ella estudiamos, aprendemos, como mínimo, un idioma. Por este motivo, me voy a extender, ya que considero que es importante la profundización en temas vitales como este para desarrollar una buena filosofía de vida.
He encontrado tres tipos de educación diferentes:
1. Educación individual o natural
La educación individual es la que interfiere en nuestro comportamiento de manera directa, la que conforma nuestra personalidad y la que nos diferencia de las demás personas. Esta educación es la másimportante de todas, las personas primero somos individuos independientes unos de otros y, luego, llegan las demás atribuciones.
A todos los recién nacidos, se les enseña individualmente para que desarrollen todas sus capacidades, la mayoría de las personas se concentra más estudiando en solitario, muchos grandes genios han estado solos y precisamente, cuando más solos estaban, mejor les iba la vida profesional. Todo método de educación que no gire en torno al individuo no va a educar muy bien puesto que cada persona es diferente y, en consecuencia, necesita enseñanzas adaptadas. Por tanto, la primera educación, la principal, la idónea, debe y tiene que ser la educación más natural que existe: la educación individual.
¿Cómo educar individualmente? Esta pregunta es filosófica ya que hay tantos factores que influyen que siempre, sea cual sea la respuesta, nos dejaremos algo en el tintero. Yo voy a tratar de responder a esta pregunta de la mejor manera posible y para ello, tras largas reflexiones y disertaciones, he dividido este tipo de educación en tres subtipos.
Educación individual primera o propia
Consiste en el autodidactismo.
El que nosotros nos enseñemos a nosotros mismos no es nuevo y todo el mundo lo hace, a veces, sin darse perfecta cuenta. Pero, sería más beneficioso que se profundizara en esta forma de educarnos a nosotros mismos porque es el método más eficaz y, sobre todo, más eficiente de educación. Otro alegato a favor de este modo de educación es que si nosotros no dejamos la mente abierta y dispuesta a aprender, nunca lograremos superarnos a nosotros mismos, es decir, aprender.
La educación propia, también está emparentada con el solipsismo -estar ensimismado- o, dicho de otro modo más claro, la reflexión propia.
Tanto el autodidactismo como el solipsismo pueden aprenderse de diversas formas.
Educación individual segunda o parental
Está relacionada con la confianza, los consejos, la autoridad y la obediencia.
Por mucho esfuerzo que dediquemos a aprender únicamente por educación propia, nunca nos formaremos como es debido, ya que necesitamos de la ayuda de personas con más experiencia, madurez e inteligencia que nosotros. Un pequeño matiz: las personas solo adquieren conocimientos de las personas con autoridad y confianza. Por este motivo, es necesaria en la enseñanza tanto la autoridad como la confianza.
Un ejemplo: tenemos una profesora muy severa pero que no inspira confianza en el alumnado otorgando la aversión y la desconfianza de los alumnos e incluso podría ocasionar la desconfianza del alumnado en sus propias posibilidades. En cambio, si tenemos una profesora que inspira una buena confianza, el alumnado confiará en ella, además, se sentirá seguro. Pero si la confianza no va acompañada de autoridad, los alumnos acabarían por creer que la profesora es una alumna más, por tanto, hay que buscar un equilibrio entre autoridad y confianza.
Con la autoridad y la confianza bien armonizadas entonces los consejos que el maestro dedique, el aprendiz los tomará con seguridad, si este tiene una buena educación propia. Por este motivo, los padres son los más adecuados para ofrecer la educación parental aunque, en ocasiones, haya personas capacitadas -dígase profesor- para dicha labor. Lo ideal es armonizar la educación parental con educación propia (solipsismo y autodidactismo). Hay que matizar que un profesor no inspira los mismos grados de autoridad y confianza que un padre o una madre.
CONFIANZA + AUTORIDAD = OBEDIENCIA
Educación individual tercera o ajena
Consiste en la educación que recibimos por terceras personas o medios de comunicación. Por ejemplo, un programa de radio o un psicólogo. Esta educación puede ser, sin que nos demos cuenta, tanto perjudicial como beneficiosa. Por ejemplo, los políticos y los medios de comunicación suelen dramatizar, mentir y engañar.
La educación ajena dependerá, en gran medida, de nuestro nivel de educación, primero propia -para saber escoger qué consejos y qué consejeros- y luego parental.
Una muestra: podemos confiar ciegamente en un amigo que nos ofrece, por ejemplo, un tipo de droga. Si no tenemos una buena educación propia, sobre todo, actuaríamos mal aceptando esa sustancia.
¿Qué es lo bueno? Aquel acto que se realiza buscando el bien propio, el bien de la persona(s) que afecta y al bien de la sociedad en general, siempre y cuando, se armonicen fines y medios. En definitiva, ser justo con todo y con todos.
Debemos tener una formación interna para discernir lo bueno de lo malo así como evitar manipulaciones. Por eso, esta educación aparece en etapas más tardías que las anteriores ya que esta es una consecuencia de la educación parental y propia.
2. Educación cultural
Es axiomático que la educación también es cultura. La cultura tiene diversos sentidos y, dado que hablaré de todos ellos, dividiré este apartado en dos subapartados.
Cultura primera o cultivo de la mente
La educación también hace referencia al conocimiento humano incluyendo el conocimiento académico. Este conocimiento no es vital pero si es necesario, sobre todo, en la sociedad decimonónica. La educación conceptual o el cultivo de la mente es aquella que nos hace comprender el mundo; ya sean ciencias humanas, empíricas o formales. Este tipo de educación es la más importante para el avance de la humanidad y, en economía, para ampliar el capital humano de un país.
Los conocimientos históricos, filosóficos, químicos, físicos, matemáticos, lingüísticos ayudan al individuo a comprender el mundo que le rodea, a subir en el escalafón social, a saber escribir, a pensar. Además en la sociedad del siglo XXI nos da posibilidad de conseguir un trabajo tendiendo así seguridad.
Cultura segunda o humanización
Es el sentido general de cultura y el más importante, se refiere a todo lo que no heredamos genéticamente, a todo lo que aprendemos dentro de una civilización, a las normas, a las creencias, a los modos de vida y, en general, a lo que hace a un individuo componente de una civilización. Me gustaría dividir el concepto de cultura segunda en dos: cultura global y descultura.
La cultura global es todo lo que se aprende de todos los pueblos en general, lo que se aprende a través de los libros, del cine, viajando y, en general, todo lo que nos aporte conocimientos válidos para cualquier parte del mundo. Podemos citar una serie de ejemplos de cultura global: la existencia de una lengua, sistemas económicos, estructura familiar, creencias y la prohibición del incesto. La cultura global es superior a cualquier tipo de cultura. Sin esta cultura, el ser humano no sería humano.
Por otro lado, la descultura es todo lo que se aprende en una civilización concreta, es decir, todo lo que aprendemos en un país, en un barrio y, en general, los rasgos culturales de una zona concreta pero que no se comparten con el resto del mundo. He decidido denominarlo descultura porque considero que aporta rasgos perjudiciales (y beneficiosos). A medio y largo plazo, con la globalización, podría darse en el ser humano una cultura más global y que se redujesen los rasgos culturales específicos que nos aporta la descultura. No siempre aporta perjuicios hay veces que es beneficiosa por tanto, habría que buscar un equilibrio entre cultura global y descultura. Para mí el equilibrio perfecto sería el contrario al actual: que predominara la cultura global y que, en un segundo plano, estuviera situada la descultura.
El principal problema que genera la descultura es la creencia de que la cultura propia es la mejor y, en consecuencia, genera movimientos como el etnocentrismo que considera que las demás culturas son inferiores, la xenofobia u odio hacia los extranjeros, el racismo o rechazo violento a otras culturas y el chovinismo o racismo exacerbado. Este principal problema se puede solucionar con el equilibrio anteriormente citado: ampliando la cultura global en detrimento de la descultura.
Profundicemos más sobre este concepto y sus consecuencias: no toda la cultura específica o propia de un Estado es perjudicial. Rasgos culturales como la hora de la comida, el lenguaje, el modo de vida son inherentes a las personas que conforman una determinada civilización, forman la idiosincrasia de los pueblos. Además, no son rasgos perjudiciales sino rasgos definitorios. Por otro lado, otros rasgos culturales específicos de una determinada cultura pueden ser perjudiciales como la ablación del clítoris, la sumisión, la esclavitud. Estos son rasgos culturales que contradicen a la cultura global. Estos aspectos son los que deberían de modificarse, los contrarios a la cultura del planeta.
Uno de los beneficios que la cultura global aporta es la tolerancia y el respeto hacia culturas. La globalización es un camino hacia la tolerancia, hacia limar las diferencias culturales. El único rasgo que define a una cultura es la tolerancia con otras culturas y con los derechos humanos. Una cultura es mejor cuanto mejor es su respeto hacia las otras.
Es lamentable prejuzgar: juzgar por la apariencia. Hay que diferenciar -no tienen nada que ver- entre esencia, lo que es, y entre apariencia, lo que parece que es y que muchas, muchísimas veces no es. La apariencia es coherente pero es la mayor enemiga de la verdad -la coherencia, a veces, es engañosa-. Para estar convencido de algo y, sobre todo, para afirmarlo hay que conocer toda su esencia.
Sé que nadie es perfecto, que todo el mundo tiene sus fallos. Pero de ahí a cometer grandes fallos, hay un límite.
Primera
No sé si se han fijado alguna vez de los típicos jóvenes «sin cabeza» que suelen juntarse por la noches y a altas horas de la madrugada y que un gran número de ellos comete grandes barbaridades. El problema de estos jóvenes es suelen dar más importancia a lo que los demás piensan de él a lo que él es realmente. Una cosa que no entiendo para nada es cuando, por el mero hecho de ser «más guay», al ofrecer sustancias (ya sea alcohol, tabaco y drogas) el ofrecido las acepte. Pero hasta donde hemos llegado. Si yo sé que me sientan mal las gambas no las como porque me voy a poner peor. ¿Por qué la gente sabiendo que es perjudicial sigue bebiendo y consumiendo? Este tipo de jóvenes son los más débiles ya que tienen poca personalidad.
Lo que más me preocupa es que el consumo de tabaco, drogas y alcohol se está disparando cada vez más y, lo que es peor, cada vez a edades más tempranas. ¿Qué provoca este aumento?
Segunda
También hay alguna que otra persona que va a lo suyo, que solo quiere trato con alguien cuando se va a beneficiar por ello. Que no duda en hacer daño por el mero hecho de beneficiarse. Pero yo creo que estas personas, en realidad, no son malas sino ignorantes (ya lo dijo Sócrates), por que si supieran que esa actitud se les vuelve en su contra no actuarían así. Estas son las personas que a corto plazo suelen estar muy bien pero, a medida que pasan los años, se van quedando solas. Si una persona está sola de mayor es por algo. Estas personas, al principio, suelen caer muy bien (¡y valla que si bien!) pero cuando pasan los años, se van desenmascarando y se les va conociendo entonces es cuando ya no caen bien. Para esta tipo de personas si es aplicable la frase: «la confianza da asco». Pero la confianza y el tiempo descubren la verdad, así que tanto asco no debe de dar. Este tipo de persona suele ser la más ignorante de todas, incluso me atrevería a decir que más que las anteriores.
Tercera
La tercera crítica, es a la sociedad en general. Vivimos en una sociedad muy globalizada y que a la vez de ser muy individualista es muy despreciativa hacia el individuo. Se están perdiendo los enlaces entre padres e hijos, cada vez estamos más deshumanizados. La sociedad ha creado un modelo de vida y un modelo de persona al que todo el mundo aspira. ¿Cómo es posible semejante barbaridad? Ni que fuéramos robots, somos personas y todas somos distintas. No existe ninguna persona igual a otra, todos somos distintos, diferentes o raros en algunos aspectos. Debemos aprender de todos y no desechar al que no se ajusta al modelo de la sociedad.
Es muy difícil, en la sociedad actual, intentar mantenerte en ser como eres. Continuamente la gente esta valorando, prejuzgando y juzgando. Además que hay un sistema productivo en el que toda la ropa, alimento, casa, coche, etc. es igual para todo el mundo. Las personas tienen que adaptarse a la sociedad, no la sociedad a las personas (cosa que me parece ilógica).
Conclusión
Yo creo que la clave para ir en el buen camino es entender y saber que es lo que se debe hacer. Si se debe hacer A se hace A y si no se debe de hacer B no se hace B. Si te imponen X y no se debe hacer no se hace X. Siempre hay que actuar por puro respeto al deber, hay que actuar como hay que actuar. Esto, creo recordad, lo dijo Kant.
Yo me quedo con la frase que, desde mi punto de vista, define a esta sociedad ya la dijo Albert Einstein:
«Cada día sabemos más y entendemos menos»
Por último, voy a plantear algunas preguntas que no les encuentro respuesta:
Sabemos cada día más cosas pero no entendemos la esencia de la vida.
a) ¿Cómo puede estar permitido el consumo de algo que esta demostrado perjudicial?
b) ¿Por qué muchas madres abandonan a sus hijos en guarderías o con sus abuelos y nunca están con ellos? (Principal causa de deshumanización y problemas educativos, desde mi punto de vista)
c) ¿Por qué nos venden que hay que ser de una determinada forma cuando la pluralidad es lo más beneficioso?
d) ¿Por qué somos como borregos y actuamos como la masa actúa?