Armas de Manipulación Masiva

Actualmente, son unos de los medios con más repercusión y de los que más calan en la ciudadanía; son los medios con más poder. Bien sea porque el poder corrompa o porque el poder los corrompa, pero las televisiones españolas dejan mucho que desear… Y es que desde que los medios fueron medios; eran sectarios, en algunos casos; vulgarizadores, en otros; y manipuladores, todos. Y bien que hacen su trabajo, los españoles consumimos muchísima televisión, cada día más y peor.

En España, el prime time, la franja horaria de más audiencia, se ha ido retrasando a medida que las cadenas de televisión iban arrojando más escombros. Fenómeno único en el mundo. La hora de más audiencia, desde 1990 hasta ahora, ha aumentado ni más ni menos que una hora y media, colocándose en las 23:30 horas. Esto quiere decir los españoles ven la televi- sión cada vez más tarde.

No solamente se ha aumentado en términos cuantitativos sino en cualitativos y no estoy hablando precisamente de la bolsa. Todos sabemos que la televisión que más vomita es Telecinco. Pues esta cadena es la que se ha hecho en 2010 con el prime time, posesión histórica de televisión española. Otro dato que nos permite analizar la degradación de los medios: la 2 de televisión española es la única que cumple la normativa europea en cuanto a variedad de contenido y horario.

Resulta un tanto curioso que los países que tienen el prime time más tardío son aquellos más retrasados con respecto a la Comunidad Internacional. El prime time mas retrasado -en todos los sentidos- es el español, seguido de Portugal e Italia. En Alemania, Reino Unido, Holanda y Suecia este tramo horario se sitúa entre las 19.30 horas y las 20.15 horas.

La «caja tonta» es muy peligrosa porque ves lo que ponen, no pones lo que ves. Y ponen lo que no tienen que poner, o sea, ves lo que no tienes que ver. Es uno de los motivos del retraso de España porque no se utiliza ni se ha utilizado para educar ni para informar, en la mayoría de los casos, sino que se utiliza para contaminar a la población de una enfermedad muy contagiosa y ya endémica en este país: la estupidez.

La estupidez humana.

Hola a todos. En primer lugar, debo pediros disculpas ya que llevo un cierto tiempo sin publicar ningún artículo.

Los cánones de belleza por da Vinci.

A todos los individuos humanos nos gusta  compa-rarnos con el resto de animales y, de esta forma, salir beneficiados de dicha comparación. Pero los científicos han buscado la diferencia entre el hombre y el animal, algo que solo tenga el ser humano. Primero, esa diferencia parecía estar en la inteligencia pero, al poco tiempo, se descubrió en mamíferos como el delfín y el mono. En segundo lugar, la diferencia parecía estar en algo muy relacionado con lo anterior: el raciocinio, un proceso cognitivo muy complejo. Pues bien, la razón también es propia de los animales. Por último, cuando ya casi todos pensaban que la diferencia estaba en el empatía, la ciencia demostró de nuevo que todos los mamíferos no solamente son empáticos sino que están sincronizados entre ellos. Si un mono bosteza, los que están al lado también lo harán.

En conclusión, no hay nada distinto entre los animales y las personas. La diferencia no es cualitativa sinocuantitativa. No tenemos nada especia pero sí somos más inteligentes, más racionales y más empáticos aunque para ser malo necesariamente hay que ser inteligente. La combinación de estos tres aspectos nos aporta el libre albedrío, la libertad. El ser humano es, por naturaleza, el ser más libre que existe, podemos hacer lo que queramos pero, sin embargo, un animal está sometido a sus instintos.

La libertad conlleva a la responsabilidad, no es igual de responsable un ser humano que mata a un animal que mata instintivamente porque el hombre conocía las consecuencias de sus actos y tenía libertad para elegir matar o no. Como vemos, la libertad nos hace más responsables y, en consecuencia, tenemos que actuar –muchas veces no lo hacemos– con responsabilidad. A mi modo de ver, esta es la gran diferencia entre nosotros y los animales.

Esta diferencia es la que genera la estupidez humana. Cuando realizamos un determinado acto como, por ejemplo, un incendio somos libres de elegir encender el fuego o no y, además, conocemos las consecuencias de nuestros actos y, aun así, actuamos con estupidez.

Hay un determinado caso que puede ser un arma de doble filo: la ignorancia. Cuando ignoramos las consecuencias de nuestros actos no somos responsables y, por tanto, no somos estúpidos sino ignorantes –ser ignorante es preferible a ser estúpido–. Pero el otro filo del arma está en la doble ignorancia, el ser humano es el único que ignora por dos veces. Demasiadas veces creemos que sabemos cuando no sabemos o, dicho de otra forma, ignoramos nuestra propia ignorancia –cosa que no ocurre en el reino animal–, es decir, somos ignorantes al cuadrado.

Pero, y por si todo esto fuera poco, otro motivo para autocalificarnos de estúpidos es el empecinamiento que proviene directamente de la hipocresía. Aunque nos demuestren algo seguimos creyendo lo contrario. Además, tropezamos más de una vez con la misma piedra.

Para mí, el origen de la estupidez humana está en un tipo de hipocresía que abunda entre nosotros: en tener un doble rasero que cambiamos cuando nos conviene. Por un lado, nos creemos superiores, más inteligentes pero, cuando nos conviene, nos quitamos la responsabilidad alegando razones que atenúan lo anterior.

¿Podrá lo que nos ha llevado a la estupidez –la libertad– sacarnos de ella?

Saludos digitales, Antonio Vegas.