Cuentos chinos

El gobierno chino, con su fuerte intervención en la economía china, a través de su Banco Central, está perjudicando lentamente a una de las economías más emergentes del mundo.

China, al igual que numerosos países asiáticos, como Japón, Singapur, India, Tailandia, Taiwán, Corea del Sur, decidió, a partir de 1980, abrirse al exterior y olvidar el sueño utópico del comunismo. Si bien, lo hizo más lentamente, y con más reticencias, que el resto de países: la transición de China al capitalismo, aunque fue rápida, se hizo de forma más lenta que la de sus vecinos.

Países sumamente pobres, comparables a los actuales africanos, se decidieron por la libertad económica. Muchos están hoy entre los países más ricos del mundo, como Corea del Sur. Los inversores extranjeros, deseosos de obtener rentabilidades, vieron enormes posibilidades en países tan necesitados como los asiáticos, con tantas necesidades por satisfacer, donde la competencia es mucho menor que en sus países de origen, ya desarrollados. Y así es cómo los inversores extranjeros se enriquecieron enriqueciendo.

El caso de China presentaba además un aliciente adicional, igual que India. Era un país de enorme población, pues una de las políticas de la China imperial era incentivar la natalidad, para tener efecticos militares con los que luchar. En China, donde existe un gran mercado interno, y por tanto las primeras empresas obtendrían grandes volúmenes de ventas, era bastante atractiva para la inversión.

Igual que si Corea del Norte decide mañana romper sus barreras económicas y comerciales, y dar vía libre a los inversores, se originará una avalancha de inversión en el país, que empezarán a abrir hoteles, comercios, negocios, etc. Sería una oportunidad de ganancia sin parangón.

A pesar de todo, lamentablemente China todavía no ha abrazado la plena libertad económica. Hoy día el gobierno chino sigue haciendo “ingeniería social” e interviniendo de manera sutil, pero fuerte, en la economía.

Hoy todavía existen controles de capitales. Hoy todavía se controla y se maneja artificialmente el valor del yuan. Hoy todavía se maneja arbitrariamente el tipo de interés, y el coeficiente de reservas. Hoy todavía existe control sobre la natalidad, para expandir el PIB per cápita de forma artificial. Hoy todavía se impide la salida del país a numerosos funcionarios chinos. Y todo ello con efectos muy perniciosos para la economía, y por tanto para el ciudadano medio.

El “take-off” que experimentan necesariamente todos los países al industrializarse y al abrazar el capitalismo, donde se crece a ritmos vertiginosos, y la calidad de vida crece exponencialmente, está siendo aprovechado por el gobierno chino, para obtener poder, aun afectando a los ciudadanos chinos, y con el peligro de desacelerar el bonancible crecimiento chino, y la calidad de vida.

Veamos con detenimiento varias de las más funestas intervenciones, para la población, del gobierno chino.

I

Yuan: el billete rojo

El gobierno chino mantiene una política de tipo de cambios fijos sobre su moneda, el yuan. Eso no es otra cosa que mantener el valor del yuan fijo, inamovible, sin depreciaciones ni apreciaciones, en el mercado de divisas. Esto tiene enormes implicaciones macroeconómicas, que darían para otro artículo, mucho más largo, explicarlas todas.

Para conseguir que el valor del yuan en el mercado de divisas quede fijo, el gobierno chino hace lo siguiente.

Cuando en el mercado de divisas el valor del yuan está por debajo del valor fijado, o existen presiones a la baja en el valor, el gobierno chino vende los dólares que tiene acumulados, para comprar sus propios yuanes. Esto provoca una subida de la demanda de yuanes y una subida de la oferta de dólares, haciendo subir (de forma artificial porque se debe a la intervención del gobierno, y no de las transacciones entre particulares) el valor del yuan, o el tipo de cambio yuan-dólar.

Cuando el yuan está por encima del valor fijado por el gobierno chino, o existe presiones al alza sobre el valor, se hace lo contrario: el gobierno chino imprime yuanes, y acude con ellos al mercado de divisas a comprar dólares. Esto hace subir la oferta de yuanes, y subir la demanda de dólares, haciendo bajar (de forma artificial) el valor del yuan, o el tipo de cambio yuan-dólar.

El gobierno chino lo que quiere es mantener artificialmente muy bajo el valor del yuan: a unos 6-7 yuanes por dólar. Mientras que el PIB chino, al mismo tiempo, podría superar al estadounidense en poco tiempo.

¿Con qué objetivo? En primer lugar, el gobierno, quiere lograr un abaratamiento generalizado y artificial (más barato de lo que se produciría en un mercado no intervenido) de china, de todos los precios chinos: bienes, servicios, salarios, inversiones, etc. Esto haría aún más atractiva China hacia los inversores extranjeros. Así es como los productos chinos son tan baratos, la mano de obra y las exportaciones son tan enormes.

De modo que “el modelo asiático”, que no es sino chino, de salarios bajísimos, del que tanto se habla en la prensa, no es producto del mercado ni mucho menos (de hecho el mercado presiona para lo contrario), ni de la globalización, sino de la intervención deliberada del gobierno chino. Lo contrario es un “cuento chino”.

De hecho, corre el peligro de que el gobierno chino no pueda con el mercado, y no pueda mantener tan bajo el valor del yuan. Al comprar tantos dólares, sus reservas de dólares son mastodónticas, que están ociosas y no se sabe lo que hacer con ellas. Los propios chinos no se fían del yuan, y están empezando a cambiarlo por moneda extranjera y a ahorrar en otras divisas. Este efecto, provocó el pasado mes de julio que saliese más dinero de China del que entra, por primera vez en mucho tiempo.

Por esto, el gobierno chino ha ido subiendo su objetivo, a regañadientes y renqueando, el objetivo del valor fijo del yuan, del 9 yuanes por dólar en 2002 al objetivo actual de 6,3 yuanes por dólar.

Lo normal en una economía como la china es que su moneda fuese mucho más valiosa y que se apreciara progresivamente, al tiempo que sus habitantes vayan adquiriendo rápidamente un buen nivel de vida, por la mayor capacidad adquisitiva del yuan. Como así ha sucedido en la mayoría de países sin tipo de cambio fijos.

Además, por otra parte, el gobierno chino imprime yuanes a mansalva. La impresora china echa humo. La oferta monetaria del yuan crece a tasas cercanas al 20%, mientras que, por ejemplo, la del euro está entre el 3% y el 5%.

Hay una relación contable en economía que siempre se produce. La cantidad de dinero que hay, dividido entre el número de productos que hay, da lugar al precio medio de un prodcto en esa economía. Si sube el número de productos, baja el precio; si sube la cantidad de dinero, sube el precio. O, dicho de otra forma, si la producción crece al 3% y el dinero al 8%, se produce una inflación del 5%.

En el caso de china la producción (PIB) crece al 10% aproximadamente, mientras que la masa monetaria lo hace al 15%. El resultado es una inflación del 5%. La que tienen actualmente. El gobierno no resta sólo capacidad adquisitiva devaluando el yuan en el mercado de divisas: también lo hace creando inflación.

Esta “política de impresora” también está relacionada con la política del tipo de cambio del yuan, que vimos anteriormente. Veamos por qué.

Existe otra relación contable en economía, que siempre se produce, para el tipo de cambio.  A igualdad de PIB entre dos economías, la economía que tenga una moneda más fuerte será la que tenga menor masa monetaria. Y a igualdad de masa monetaria, la economía que tenga una moneda más fuerte será la que tenga un PIB mayor.

 

Bueno, pues con PIB similares, como los de China y EE.UU., el valor del yuan el mucho más bajo que el del dólar: mayor ritmo de impresora en China que en EE.UU.

II

Simientes de una burbuja

Al igual que en los países occidentales, China padece otra enfermedad derivada de la intervención del gobierno en el sistema financiero: los ciclos económicos.

Los tipos de interés son fijados por el Banco Central Chino, sin tener (porque es imposible) la información necesaria para fijarlos correctamente. Los coeficientes de reservas de los bancos son bajados progresivamente por el gobierno, “para expandir el crédito”, en una economía ya recalentada, donde la inversión supera el 48% del PIB. Y cuando la experiencia demuestra que una inversión más allá del 20% del PIB es peligrosa.

Y cada año hay menos distancia entre el ahorro bruto y la inversión bruta, corriendo el riesgo, cada vez más probable, de que la inversión supere al ahorro, provocando inexorablemente una burbuja.

Y numerosas ciudades fantasma en china, construidas, pero sin habitantes, ponen de manifiesto una problemática e inminente burbuja inmobiliaria. Eso y la desaceleración del crecimiento chino, deja en evidencia a un gobierno chino que “hecha más leña al fuego” iniciado por él mismo, engendrando las simientes de una futura burbuja, en pro de acelerar el crecimiento. Espero que, cuando explote la burbuja, no intente apagarla, porque lo hará con un lanzallamas.

En definitiva, China, a pesar de todo, continúa y continuará siendo una economía emergente, desarrollándose, gracias a los millones de chinos disciplinados en su trabajo, a la sociedad civil, que invierte, que trabaja, que produce. Seguirá aumentando su calidad de vida, pese a sus gobernantes. El problema de China es su gobierno, y lo demás son cuentos chinos.

España: Camino de servidumbre

En un contexto de profunda depresión económica en España, los precios que más desgastan el esmirriado bolsillo de los españoles aumentan ostensiblemente. Hace ya unos meses que asistimos a una inicua subida del IVA, que al afectar al nivel de vida, al consumo e incluso a la recaudación, la agonía española aumentaba sin límite.

¿Quiebra de España? Sí, gracias.

A partir de Enero de 2011, sufriremos aún más: la energía en España se encarece enormente. Concretamente, la luz eléctrica subirá un 10% y el gas un 3%. ¿Recuerdan la Política Energética del gobierno actual? Sí, la de energía nuclear cero; pero, sin embargo, comprarla a otros países como Francia y Alemania. Increíble: ni se planteó un debate sobre un asunto de primera importancia. Pues aquí está la consecuencia: como cuesta más obtener la energía, ésta se encarece y, en consecuencia, los españoles tienen que pagar más. ¿Por qué no pudiendo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, abaratando la energía, apostando por la nuclear, no se hace?

Esto, sumado a los recortes en las prestaciones sociales (eliminación de subvenciones a los parados, congelación de pensiones, recorte de salarios a los funcionarios, etc.) y al aumento de impuestos, implica que el nivel de vida en España cae en picado. Me atrevo a predecir que, en poco tiempo, vengan fuertes recortes sociales (¿próximamente hacia los universitarios?) que marquen la diferencia entre una época y otra.

La población tiene menos dinero, por ende, el Estado recauda menos y, sin embargo, se ve obligado a gastar más. El déficit en la mayor parte del mundo se dispara por segundos. Ya lo vimos en España hace unas semanas, cuando la prima de riesgo llegó a su máximo histórico (276 puntos sobre el bono alemán). Esto es importante y no se refleja en los datos del PIB, de modo que, aunque parezca paradójico, puede crecer la economía mientras el Estado quiebra. Llegará un momento (¿en 2 meses, quizá 3?) en el que no se pueda hacer frente a la deuda ni con los ingresos futuros y el FMI tenga que intervenir en España, concediéndole préstamos (como Grecia e Irlanda). Puede que tras España vayan cayendo más países hasta que el FMI no tenga más fondos. En este caso, ¿que pasará? Nadie lo sabe, pero es muy posible que lleguemos pronto a este extremo.

La Ley Sinde-mocracia

El Gobierno hace, una vez más, gala de su paternalismo, por decirlo dulcemente.  La Unión Europea -¡menos mal!- ya deslegitimó el canon digital, que cobraba por utilizar recursos digitales (como CD’s, DVD’s, discos duros, etc.) sean o no utilizados en perjuicio de los derechos de propiedad intelectual (derechos, por cierto, desmedidos; y, si no, analicemos la SGAE). Y, aún así, tenemos que soportar a artistas recalcitrantes, como Bardem, afirmar que «se está produciendo un robo hacia los artistas». ¿No será al contrario?

No contenta con la decisión de la UE, Sinde, la ministra de incultura, ha preparado una «Ley» (que entrecomillo porque, más bien, se trata de un mandato) para, en definitiva, poder cerrar cualquier página web que el Gobierno estimara oportuno. Se trata, por tanto, de un intento de domeñar, subyugar, controlar y someter uno de los únicos resquicios de libertad que permanecen vivos: Internet. Personalmente, Internet es el único medio a través del que puedo obtener una información ecuánime, ampliada y personalizada, cosa que dudo que se mantenga si la susodicha ley se hubiese aprobado.

Actualmente, todos los gobiernos del mundo moderno ven en internet una amenaza, que quieren convertir en oportunidad, controlándolo. Como hemos visto, con Wikileaks, se ha demostrado que la soberanía popular (o internet) siempre termina imponiendo su criterio y, normalmente en democracia, los gobernantes deben aceptarlo, pues se trata del gobierno del pueblo, aunque sabemos que en la práctica el sistema es más oligárquico que otra cosa.

Veo un cierto paralelismo entre el caso de Assange, el presidente de Wikileaks, y el de la Ley Sinde. En los dos casos se trata de un atropello a la libertad, concretamente hacia internet: mientras que los gobiernos han intentado aherrojar, encarcelar a Assange por revelar la verdad, el español ha hecho lo propio vedando la libertad de los internáutas; además, en los dos casos, los gobiernos han fracasado, pues Assange está en libertad y los españoles también (el mandato fue rechazado por el Congreso; el Senado tendrá, ahora, la última decisión). Por tanto, estamos, últimamente, sufriendo un intento de cierto liberticidio por parte de los gobiernos, aunque, de momento, la libertad permanece incólume. Veremos lo que acontece próximamente.

En mi opinión, dados los objetivos fracasos de la señora Sinde (efectivamente, Sindemocracia), como el canon digital y su mandato, debería presentar su dimisión y aceptar cortésmente la derrota, por parte tanto de Europa, en un caso, como de España en otro.

Capitalismo: Un sistema a la cabeza (II)

Respuesta a las objeciones: Medioambiente

Continuando con la sección sobre el capitalismo, lo más razonable es responder a las críticas que ha recibido, despojarlo de toda crítica falaz y veleidosa, antes de explicar con detalle el mismo.La segunda parte de esta sección versará, por tanto, sobre las objeciones al sistema, centrándose, cada fascículo, en una objeción.

Suele hablarse estos últimos años de un «fallo del mercado» haciendo referencia al cambio climático, el agujero de la capa de ozono, la lluvia ácida, la desertización, el efecto invernadero, la oscuridad global. En definitiva, a los efectos perniciosos que la humanidad está causando al globo. Esta crítica culpa al sistema capitalista del origen de estos problemas medioambientales, ya que -dicen ellos- las fábricas y la industria -baluartes del capital- son responsables del 99% de la contaminación del planeta. En efecto, la industria -con aplastante mayoría- es la generadora de todas las contaminaciones y de la involución natural del planeta. Pero esto no es atribuible al sistema capitalista, sino más bien a la convivencia en un mismo lugar de dos sistemas tan dispares como la propiedad común, por un lado, y la propiedad privada, por otro. Esto causa efectos tan perniciosos como los que he nombrado con anterioridad y provoca que un determinado propietario se apodere de la propiedad común o ejerza influencias sobre ella.  De modo que la crítica es falaz al atribuir estos efectos al sistema de propiedad privada, cuando, en realidad, el culpable es el sistema de propiedad común, inmiscuido en el Capitalismo. Veamos por qué: Adam Smith postuló en el año 1776 la genial idea de que si cada individuo actúa de forma natural, atendiendo a sus intereses personales, la sociedad general estará lo mejor regida posible. La mano invisible. Pero, no se confundan: el Capitalismo no es ubicuo, existe únicamente donde está la propiedad privada. Y, legalmente, el medioambiente no lo posee nadie, produciéndose lo que se conoce como tragedia de los bienes comunes. Este vacío legal, esta falta de extensión del Capitalismo es el causante de los perjuicios a la Naturaleza. Por tanto, cuando no existe una propiedad privada, el egoísmo del hombre no genera beneficios a la sociedad, porque, al no poseer parte, sus intereses pueden ir en contra de la humanidad.

De este modo, si el medioambiente pasara a convertirse en propiedad no común y, consiguientemente, cada empresa estuviese recompensada por su aportación no lesiva al medio, se produciría un giro de 180º: todas las aguas descontaminadas, más capa de ozono que nunca, sistema de efecto invernadero optimizado, congelación de las fluctuaciones climáticas. No obstante, hacer llegar el Capitalismo a todos y cada uno de los lugares también parece una utopía. Desconvertir los bienes comunes por antonomasía es realmente complicado, por lo que, en estos bienes, es dónde únicamente el Estado podría intervenir (impuestos verdes, subvenciones en  energía renovable, …) convirtiendo, así, en lucrativo la purificación de lo común (sanidad, educación, medioambiente, …). La solución está en convertir en rentable aquello que no lo es para las empresas, pero que, sin embargo, si lo es para el conjunto de los seres vivos. En rigor: capitalizar lo común.

De hecho, en Europa, se está avanzando en este sentido y se está implantando el comercio de derechos de emisión. Consiste en que el Estado establece un límite global de contaminación (permisible para la Naturaleza) que se divide y reparte entre las empresas. Además, entre ellas pueden comerciar con estos derechos. Así, una empresa que no haya contaminado verá aumentados los ingresos, ya que otra empresa necesitará ese plus para contaminar más, empresa que verá reducidos sus beneficios. También, el Estado podrá incluir un arancel en este tipo de comercio para que en el intercambio de derechos de emisión, todos nos veamos aún más beneficiados y los impuestos como el IVA podrían experimentar una ligera reducción. Cuando hablo de aranceles, en el sistema capitalista estos solo tienen sentido cuando, sin intervención del Estado, el interés empresarial es contrario al social. Cuando el interés individual coincide con el general, los aranceles únicamente entorpecen el comercio y el proteccionismo tendría como resultado, a medio y largo plazo, el desproteccionismo. Esto supliría el vacío legal del que hablábamos y hace lucrativo (y general la competencia en) la purificación medioambiental y, además, el Estado puede ir reduciendo paulatinamente el límite de contaminación a medida que las tecnologías verdes, como el coche eléctrico,van desarrollándose.

En definitiva, los perjuicios al medioambiente no son un exceso capitalista, sino un defecto. Pero como sigue, igualmente, siendo un vicio hay que solventarlo extendiendo aún más el sistema. Esto demuestra que el Capitalismo debe expandirse más que nunca, necesitamos la segunda parte del derrumbe del muro de Berlín.

Gasto público

En el momento actual de crisis que vivimos la reducción del gasto público es vital, y más en un país con uno de los mayores déficits del mundo. Como las medidas que el gobierno ha tomado hasta ahora no han hecho otra cosa que aumentar la deuda pública, a continuación voy a exponer una serie de medidas que llevaría a cabo para reducir el gasto público y el déficit.

En primer lugar, algo que siempre he criticado: la financiación municipal. Pienso que los ayuntamientos reciben demasiado dinero del estado que luego acaba en el bolsillo de algún jefecillo local, no siempre. Además, las políticas de creación de empleo deben ser impulsadas por el gobierno central, así se asegura que los alcaldes de los partidos de la oposición no utilizan el dinero para otras medidas que puedan chocar con las del gobierno. Obviamente, no propongo retirarle el dinero a los ayuntamientos, sólo una reducción considerable.

Con relación a la primera medida, también eliminaría las diputaciones, porque me parecen totalmente innecesarias. Cuando hay que cobrar o llevarse el mérito por la puesta en marcha de un proyecto, allí tenemos al ministro, presidente de la comunidad autónoma, al concejal etc. Sin embargo, cuando tenemos problemas y al dirigente de turno se le presenta una manifestación en contra, casi siempre nos envía hasta otro cargo y así sucesivamente. Por eso lo más idóneo sería, en mi opinión, suprimir las instituciones inútiles.

Y hablando de instituciones inútiles, eliminaría dos ministerios que me parecen sobrantes, estos son:

1- El de Igualdad, pienso que su función corresponde en mayor parte al Ministerio de Justicia, y el resto de sus cometidos son pura propaganda.

2- El de Vivienda, por lo mismo que el primero, porque su función la debería ejercer el Ministerio de Fomento.

Este deseo no es capricho mío, fíjense en la valoración que le dan los españoles a los ministros y se darán cuenta de que Bibiana Aído y Beatriz Corredor ocupan los últimos puestos. Además, en 2009 se aprobó por mayoría en el parlamento la intención de suprimir estos ministerios junto al de Cultura. Pero Zapatero hizo caso omiso y ha mantenido dichos ministerios.

Otra de las medidas que adoptaría sería la de disminuir el número de funcionarios. España tiene más de tres millones de funcionarios. Eso más  la enorme cifra de parados suponen un agobio para el contribuyente. Un país en semejantes condiciones, no puede permitirse este gasto tan elevado.

Resulta que España, cómo no, es uno de los pocos países de Europa donde los sindicatos se financian con dinero público. Unos sindicatos que sólo se representan a sí mismos, ya que hablan de defender a los trabajadores, pero ellos no trabajan. Es más, reciben dinero de los propios trabajadores y de las empresas. Unos sindicatos que con más de cuatro millones de parados todavía no han salido a la calle a protestar porque el gobierno los hace ricos. Yo no cedería ante su chantaje y les retiraría las subvenciones. Qué se financien con su dinero y el sudor de su frente.

Y para terminar, la fuerza de la industria. Si echamos un vistazo al resto de países, vemos que los primeros en salir de la crisis han sido aquellos con las industrias más potentes. Entre otras cosas, esto se debe a que apenas han destruido empleo. A las pruebas me remito, Alemania, motor de Europa, ha cerrado enero con una tasa de desempleo del 8,2, Estados Unidos, que ya ha salido de la recesión, tiene un 9,7 de parados. Esto revela la fuerza de la industria, por eso la principal vía de creación de empleo es ésta. Para mantener la industria una de las reglas más eficaces es sacar buen provecho de los universitarios. España, de nuevo a la cola, es uno de los países que peor aprovecha a sus universitarios, por lo que deciden marcharse al extranjero a desarrollar allí sus facultades.

En conclusión, un país debe reducir el déficit si no quiere ahogarse en la crisis, como nos está pasando a ahora. Éstos me parecen los mejores remedios para paliar la crisis.

Mi visión macroeconómica

Esto no es una entrada sobre microeconomía ni hablo de la crisis ni de cosas particulares sino que hablo de una visión global incluyendo presente y futuro de la economía. Analizo algunos fallos sobre la economía, hago un repaso a la política y me preocupo por las generaciones futuras. Espero que les guste.

1. La economía y sus desequilibrios

La economía es una ciencia que intenta satisfacer necesidades al ser humano aprovechando los recursos disponibles. La economía, generalmente, presenta altibajos a lo largo de la historia, un período de crisis y otro de recuperación y así sucesivamente. Esto es, a mi modo de ver, de la condición humana ya que cuando la situación económica marcha bien es normal que salga a relucir la satisfacción, relajación y descontrol. Cuando la cosa marcha mal, surge de nosotros una voz interior que nos dice «hay que ponerse la pilas». La economía refleja claramente la condición del ser humano.

A partir de esto, se pueden analizar muchas de las crisis que han surgido a lo largo de la historia. Una de las crisis más importantes fue la crisis del 1929. ¿A qué no adivinan que pasaba antes de que surgiera esta crisis? Los «felices años 20». Esta crisis tiene varias similitudes con la actual, caídas en bolsa similares, misma forma de actuar de los bancos, etc. Pero hay una diferencia, los estados han actuado de una forma muy diferente y, en mi opinión, han actuado bastante bien. Después surgió la crisis económica de 1975, luego prosperidad y ahora crisis. ¿A qué es fácil adivinar que vendrá pronto?

Solución a los desequilibrios

Si se realizara un estudio económico profundo incluyendo a Estado, empresas y familias y se anotara todas las actuaciones que se han llevado a cabo y han resultado exitosas y las que han fracasado  entonces sería fácil determinar qué hay que hacer para que todo vaya bien. Solo hay que repetir lo bueno y desechar lo malo. Sobre todo, que lo malo no se vuelva a repetir. Esto no es malo para el progresismo ya que todo lo novedoso, lo tecnócrata, lo tecnológico contribuye positivamente a mejorar las necesidades del ser humano y, en consecuencia, la economía. En resumen, existe una forma para que la economía no caiga en crisis y es posible de aplicarla, solo hay que repetir las cosas cuando iban bien, añadir las mejoras presentes y no repetir lo malo. Y, sobre todo, es muy importante que aunque todo vaya bien se siga actuando igual porque se caería en una nueva crisis.

2. Utilidad de la economía

La economía es esencial para el desarrollo de los individuos de un país e incluso del mundo. El segundo sector económico, las empresas, aumentan el valor de los bienes y servicios. De una piedra, hacen un banco de granito para sentarse. La economía crea riqueza, esto es lo PRINCIPAL para que un estado esté desarrollado. Cuanta más riqueza cree el conjunto de empresas de un estado, mayor será el desarrollo de ese país y más nivel de vida tendrán sus habitantes. Está demostrado, el número de empresas de un país es directamente proporcional el IDH. El Índice de Desarrollo Humano mide la calidad de vida de un país atendiendo a la esperanza de vida, nivel de vida, etc.

¿Cómo se puede aumentar la calidad de las empresas? Pues las empresas se pueden clasificar en una escala cualitativa atendiendo a la cantidad de riqueza que crean. ¿Qué empresas crean más riqueza? Está claro, las empresas que diseñan y producen vehículos no son las mismas que venden perros. La industria es el sector que más riqueza genera. Por tanto, un país con una industria fuerte tiene una economía fuerte y, en consecuencia, será un país fuerte.

Economía y demografía

La demografía está íntimamente relacionada con la economía. Si hay mejor nivel económico, mejor nivel de vida. Si hay mejor nivel de vida, más calidad y cantidad de vida.

En demografía, hay que tener en cuenta la natalidad y mortalidad porque un país envejecido es causa de una desaceleración económica ya que los ancianos no producen pero si cobran las pensiones. El sistema de pensiones ideal sería que cada uno recibe lo que cobró.

3. Economía y política van unidos

Aquellas regiones donde la política marcha mejor es necesariamente donde la economía marcha mejor. Un buen político tiene que ser buen economista.

Economía como esencia del capitalismo

La economía es la base del capitalismo, eso lo sabéis todos. Por tanto, quien quiere un buen nivel de vida, cree en la economía y es trabajador es partidario del capitalismo. El capitalismo es el sistema más equitativo que existe en la actualidad, entendiendo por equitativo como que cada persona tiene lo que se merece.

El capitalismo también está ayudando a la globalización que, en mi opinión, es beneficiosa. La globalización puede hacer que, en un futuro, todas las personas tengan muchísimas cosas en común. Además la globalización crea una deslocalización de mercados y, en consecuencia, las regiones pobres como África podrían desarrollarse en breve gracias a esto. Quizá no se estén desarrollando ahora porque uno de los principios del capitalismo, el liberalismo, no se esté poniendo en práctica por muchos intereses. Los gobiernos controlan a las empresas para su beneficio, pero si existiera un capitalismo puro con liberalismo económico créanme el planeta Tierra estaría desarrollado en su totalidad y además lo estaría de forma muchos más equitativa. Además si todos los habitantes de países subdesarrollados tuvieran una formación académica buena aportaría más conocimientos a la comunidad internacional, provocando un desarrollo aún más acelerado.

En las últimas líneas del párrafo anterior, estaba defendiendo la democracia porque cuantas más personas contribuyan, mejor será el desarrollo. Para que exista una buena economía debe existir una democracia, un sistema capitalista y un liberalismo económico.

La educación es importante

Quiero hacer especial hincapié en la educación y la formación. Cuanta más formación tiene un país mejor es. Los países que gastan más dinero en futbolistas que en científicos son muy estúpidos. España es uno de ellos y muchos de los grandes genios de hoy tienen que irse a EEUU para poder formarse en relación a sus capacidades.

Para el desarrollo de un país es necesaria una gran economía y esta no estará presente si no hay una buena educación. Por tanto, sin educación ni formación no hay economía, no hay productividad.

La educación es lo más importante que existe en la sociedad, en mi opinión, ya que son nuestras futuras generaciones. Todo depende de ellas. Si nos despreocupados de la educación -como ocurre ahora- entonces ¿qué ocurrirá cuando las generaciones no-formadas nos gobiernen?. Estas no podrán educar tanto como nosotros podíamos y se creará una degradación progresiva del ser humano en cuanto a sus conocimientos y habilidades.

4. Desarrollo sostenible

He querido dejar el apartado cuatro sobre el desarrollo sostenible para el final para aclarar algunas dudas que pudieran surgir. Asimismo, este apartado me parece el más importante de todos.

La economía no puede ser miópica, es decir, centrarse en el presente y no mirar hacia el futuro. Actualmente si que se mira más al presente que al futuro y prueba de ello es la contaminación, la explotación de la mano de obra barata, destrucción de masa forestal, agotamiento de recursos no renovables, etcétera. Todo esto, a corto plazo, es beneficioso pero, a largo plazo, causa un daño irreparable. Por tanto, hay que mirar al futuro en igual medida que al presente. Hay que asegurar a las generaciones presentes y futuras.

Hay que buscar un desarrollo pero teniendo en cuenta el medio ambiente. Hay grupos que no quieren el desarrollo y que, por el mero hecho de construir una carretera, ya se ponen en huelga. Pero ¿Y si no se causa perjuicios al medio ambiente?

Siempre hay una forma de desarrollo sin perjudicar al medio ambiente, incluso se puede hasta beneficiarlo. Para esto es importantísimo la inversión en I+D+i.

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2010: El año del déficit y medidas contra la crisis.

Voz masculina:

Voz femenina:

Buenas señor@ lector@ en estas líneas relato lo que va a ser, esencialmente, el año 2010 en lo que a economía se refiere. Voy a limitarme si y solo si a economía y no a política. También voy a plantear algunas medidas que yo hubiera puesto en marcha.

Como usted debe de saber, el déficit del Estado Español se quintuplica en un año y alcanza los 71.524 millones de euros o lo que es lo mismo cada ciudadano español debe 12.000 €. Evidentemente esta situación es superlativamente insostenible y por ello el Gobierno de España ha instaurado una serie de medidas para 2010.

En primer lugar, el Gobierno de España va a incentivar el ahorro en el sector público recortando todo tipo de gastos. Esta medida solo afecta al sector público o Estado, es decir, el Estado va a gastar menos dinero para sí mismo, siendo más austero, reduciendo altos cargos innecesarios, reduciendo coches oficiales, congelando el sueldo de los gobernantes e integrantes del Estado, etcétera. Esta medida me parece buena pero debería de ser permanente e inmutable y que no solo se haga porque haya un déficit para llorar.

En segundo lugar, suben todos o casi todos los impuestos. El IVA sube, en general, al 18 %. Esto quiere decir que todo lo que compremos va a costar un 2 % más, esto conlleva a una reducción de la demanda y el consumo y por tanto, alargará mucho más la crisis en España. Los impuestos de sociedades suben, lo que traerá como consecuencia más proble- mas para las PYMES y ,a su vez, ocasionará el cierre de mas empresas y más paro. Cuan- do haya más paro, habrá más gente sin dinero y por tanto, bajará la recaudación y aumentará el déficit. Como ven esta medida es un círculo vicioso que agranda el déficit.

En tercer y último lugar, se suprimen ayudas como las destinadas a vivienda y también se suprime la deducción de los 400 €

Estas medidas tomadas por el Gobierno de España alargan la crisis económica y , en mi opinión, las medidas se tenían que haber hecho mucho antes, en 2007.

Ahora voy a exponer todas aquellas medidas que yo hubiera puesto en marcha:

La economía es un intercambio, ya sean bienes, servicios o dinero. Así que para incentivar la economía y salir de la crisis hay que promover ese intercambio de dinero, bienes y servicios. Para ello en vez de subir el IVA en todos los productos yo hubiera subido el IVA pero solo a los bienes inelásticos. Los bienes inelásticos son aquellos que por mucho que suba el precio no disminuye la demanda, ejemplos de estos bienes pueden ser la electricidad, el agua, el pan, etcétera. Con esto se reduce el déficit sin que disminuya el consumo.

También en vez de invertir tantísimo dinero en el Plan E  hubiera invertido una parte en ayudas para las PYMES y solo PYMES ya que las grandes empresas lo que hacen es aprovecharse de estas ayudas. Además en España 2/3 del empleo se concentra en las PYMES. También hubiera apostado por la energía atómica y/o nuclear ya que, a fin de cuentas, terminamos comprando energía nuclear de otros países y esto lo único que oca- siona es pérdida de poder adquisitivo y alejarnos de Europa. A la vez que se realiza esto, se intenta cambiar el modelo empresarial poco a poco incentivando la industria e invirtiendo en I+D+i (para desarrollar nuevas formas de energía potentes y no contaminantes como el Helio) y no tanto en construcción como se ha hecho con el Plan E. Yo quiero una España donde se diseñen coches, no donde se fabriquen.

En último lugar, hubiera nacionalizado unos cuantos de bancos porque el dinero tiene que estar muy relacionado con el poder, como dijo Quevedo: «poderoso caballero es don dinero», y no puede ser que, en algunos casos, los bancos controlen a su gusto al Estado, o dicho de otro modo, un solo banco puede controlar a la totalidad de la ciudadanía española. Reali- zando esto se hubiera evitado la crisis ya que los culpables de la crisis son los bancos poderosos.

Un saludo, Antonio Vegas.