Homo religiosus

Religión deriva de la palabra latina religare, que ha dado lugar a la palabra española religar, cuya definición, proporcionada por la RAE, es la siguiente: «volver a atar; ceñir más estrechamente». Lo cual significa que, desde un punto de vista íntegro, sin anteojeras, la religión no es más que la adscripción de una persona a un determinado sentimiento, modo de proceder, forma de pensar o movimiento, de forma -quizá- no racional.

En este sentido, la religión es indispensable en el ser humano, para que éste se sienta vivo. Es decir, cualquier persona necesita estar «atada» a algo, ya sea al amor, al conocimiento, al consumismo, a la familia o a una combinación de ellos; en definitiva, una forma de generar razones para permanecer. Y es que, desde que el hombre es hombre, han existido los comportamientos religiosos, como no podía ser de otra forma. ¿Se imaginan ustedes, lectores, una vida sin sentido, sin sentirse adscrito a algo?

Lo que sí ha cambiado a lo largo de la historia es la forma en que la religión se ha manifestado. En la prehistoria, eran frecuentes las adoraciones a los muertos, dejando patente el trabazón entre los que perecieron y los que aún respiraban, y el dolor, la pérdida de una parte de sí mismos, la que los unía.

En el apogeo del cristianismo, se extendió la creencia en un Dios con inteligencia infinita que, tras la muerte, recompensaría al hombre según sus hazañas. Ya no hacía falta buscar la felicidad en este mundo, pues la dicha vendrá en el mundo ultraterreno; no merecía la pena reclamar por la justicia de uno mismo, pues pecadores serán castigados y justos serán pagados; no hacía falta intervenir, sino esperar, pues Dios cumplirá nuestros deseos.

Actualmente, el sentimiento religioso se ha trasladado a otros intersticios, donde el más representativo es el materialismo. Se trata de representar los valores espirituales en objetos. Comprar una determinada línea de ropa, para demostrar lo que soy o dejo de ser; utilizar tal o cual producto para satisfacer una necesidad efímera infinitas veces; acudir al médico, aumentando la calidad y cantidad de vida, con el objetivo de postergar la muerte un poco más.

No obstante, dado que podemos modificar la focalización de nuestra tendencia religiosa, lo más inteligente -desde mi punto de vista-, es utilizar la religión para el progreso o para nuestro beneficio. Por ejemplo, una buena forma de dar respuesta a la pregunta «¿por qué vivo?», será la de para ayudar a los demás y para aportar algo a la sociedad, mientras que, al mismo tiempo, cruzo el río de los recuerdos.

Diálogos infantiles

Eduardo: A ver, quiero que me expliques el porqué no existe Dios. Dame razones con fundamentos.

Marta: Entre otras muchísimas razones que ahora no puedo esgrimir, porque si algo no existe no puede negarse con pruebas. El simple sentido común me dice que es así, favorecido por las grandes mentiras que se mantienen en la Biblia, tras tantas manipulaciones de ella.

Eduardo: Lo único con fundamento es que cuando algo no existe no puede negarse con pruebas. El sentido común no acierta siempre, ni la Biblia es para tomársela al pie de la letra. Yo pienso que tratas de convencerte a tí misma de que no existe, puesto que si lo creyeses ciegamente no te molestarías en explicarmelo. En serio, si no existe ¿por qué la ciencia no lo demuestra? Y no me digas que algo que no existe no se puede demostrar que no existe, porque sí: buscando encontrarás. El hombre ha buscado mucho a Jesucristo y a Dios mas no lo ha encontrado entonces, ¿por qué cree en ellos? ¿por qué mucha gente que no cree, antes de su muerte pide la extrema unción?

Marta: Ya sé que la ciencia no es tu fuerte, pero el científico Stephen Hawking está intentando encontrar la teoría que explique el Universo sin la posibilidad de recurrir a Dios. Además, las últimas preguntas que me planteas pueden contestarse rápidamente: el hombre ha creído -y posiblemente seguirá creyendo- en aspectos falsos. Hasta en la misma ciencia se han dado por ciertas teorías que luego fueron falsas. Pero la evolución y el progreso nos da la razón: la gente cada día sigue creyendo menos en Dios y la ciencia cada día es más perfecta. Por último, no me digas que trato de convencerme; me encanta tertuliar y trato de hacerte ver lo que, para mí, es la realidad.

Eduardo: ¿Y cómo crees que demostrará Stephen Hawking esa teoría?

Marta: Mediante la demostración del Big Bang que produjo la concentración de materia en un punto y Dios no.

Eduardo: No te engañes, la ciencia no lo ha demostrado; es una hipótesis.

Marta: Todo avance de la ciencia -sea o no hipótesis- va en contra de la religión; la ciencia también es humana y puede equivocarse, pero la Iglesia no reconoce sus errorres. Si quieres que tu hijo se cure de una enfermedad puesdes rezar o vacunarlo: elige la ciencia y no pierdas el tiempo.

Eduardo: no confundas creer en la Iglesia con la creencia en Dios. Has reconocido que la ciencia se equivoca, por tanto, puede dar algo falso por verdadero. Se me jor que tú lo que es el Big Bang y cómo se creó; te repito que es una hipótesis y no una realidad, porque si lo fuese se podría demostrar, cosa que no se puede; ¿entiendes?

Marta: Una cosa es que exista o no y otra que el hombre lo considere; la realidad natural es independiente al ser humano.

Eduardo: Mira crees en una ciencia que te engaña. Mira, hubo un filósofo -no me sé el nombre- que dijo que «el peor enemigo del hombre es éste mismo». No creo en nada que sea del hombre y no me lo demuestren, respondiendo a todas mis dudas; lo sobrenatural sí que me lo creo, como Dios, pero no creo en la Iglesia ni en nada humano. Te recuerdo que tú dudas de su existencia, ¿si te murieras pedirías la extrema unción?

Marta: La ciencia trata de descifrar elemenos totalmente independientes al hombre y la idea de Dios es inherente al hombre desde la prehistoria, por eso es difícil de eliminar su creencia. Está en nuestra biología y en nuestra biografía, pero eso no significa que Dios exista.

Eduardo: Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Mira, si fueras un poco lista te preguntarías: si el Big Bang creó el mundo, ¿quién envió eso? Las cosas no existen por existir, los que van a morir se encomiendan a Dios porque «creen que han hecho mal en no creer».

Marta: El problema es que el hombre se cree demasiado importante y, a la vez, es un corbarde. Se cree superior a la Naturaleza, por eso humaniza todo lo que ve; como tú, por ejemplo, que en el Big Bang ves que alguien ha tenido que hacerlo. Lo de cobarde porque ser el más importante es algo muy pesado y que requiere gran responsabilidad, así que solucionamos este problema inventándonos algo igual que nosotros, pero superior así somos los mejores sin responsabilidad. Todos los problemas del hombre se conjungan en Dios: irresponsabilidad, egoísmo, necesidad de dar respuesta a todas las preguntas (metafísica), …