Hace una semana supe del pensamiento cartesiano o pensamiento de Descartes y la verdad es que me sorprendió mucho porque la mayoría de sus teorías eran pensamientos que yo tenía. Por ejemplo, sobre las matemáticas escribí un artículo en este blog antes de entrar en contacto con las ideas cartesianas y pueden comprobar que comparto muchas ideas.
También he conocido la vida de Descartes y lo que más interesante me ha resultado es la muerte de René Descartes. Se dice, de hecho yo lo he estudiado así, que murió de una pulmonía en poco tiempo ya que empezó a trabajar como profesor y no estaba acostumbrado a trabajar. Pero, sin embargo, en 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que describía al detalle su agonía. Curiosamente, los síntomas presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía. Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a envenenamiento por arsénico.
Hoy día la muerte de Descartes sigue siendo un misterio para muchos. Mi opinión es que Descartes estaba publicando obras que no interesaban demasiado a la Iglesia y que se estaba convirtiendo muy importante -acababa de ser nombrado profesor de una princesa- y por estos dos motivos la Iglesia envenenó a Descartes con arsénico.
¿Otro asesinato por parte de la Iglesia, aquella que predica los diez mandamientos entre los que figura no matarás?