La vida no se ve

Darío Alba era ledo, soñador y estaba lleno de vida hasta que un maldito día fuimos todos los amigos juntos  a ver la película “American Graffity” sobre el paso del tiempo, desde ese día, ya no fue el mismo, su carácter se afligió, escuchaba con profunda atención -antes apenas nos oía- y su inteligencia se había acentuado gravemente, parecía como si el tiempo lo erosionase con más rapidez que a nadie. ¿Te pasa algo, Darío? -pregunté- Pero no supo qué decir, estaba seguro que él sabía exactamente la respuesta, aunque me temía que no iba a comprender su situación. Pero ahora que he descubierto sus últimas palabras…

Desde aquel día, conocí el dolor más traicionero, la verdad. Viajaba cada vez más desaforadamente desde mi cama a los lugares más recónditos y oscuros que cada vez se hacían más dolorosos, más reales. Mi abulia se incrementaba con cada oscuridad iluminada, con cada vistazo a la mentirosa vida la que, a cambio de vivir, nos ofrecía unas suculentas mentiras.

Este periplo me despojó de lo más preciado: las viejas amistades, me distanció de los mortales y me acercó a la muerte. En uno de mis últimos viajes, toqué fondo: me vi reflejado en el agua de aquella cueva abrupta de la psique, me descubrí. Aquí fue cuando sentí la autodestrucción, el corazón me dio el vuelco más grande que logro recordar y el pánico invadió ansiosamente mis venas. Intenté salir de aquella cueva, volver al punto de partida y destruir lo que me llevó hasta allí. Pero ya era demasiado tarde…, verme realmente era como mirar a la Gorgona Medusa a los ojos: quedé petrificado, muerto en vida. Al menos, tengo la esperanza de que la conciencia me deje llevarme el secreto a la tumba…

Música, no canción

La música es muy beneficiosa para el ser humano, genera un estado diferente y, principalmente, de optimismo y buenos sentimientos. Está demostrado que hace trabajar mejor a las neuronas.

Estoy hablando de MÚSICA en el sentido restringido, es decir, no estoy incluyendo a las canciones o música con letra sino que solo hablo de la melodía que, desde mi punto de vista, representa mucho más que la letra de una canción. Lo mismo me pasa, con el arte abstracto. El arte abstracto no representa nada, de hecho el pintor no piensa en nada cuando lo pinta, pero para cada persona receptora del arte de ese cuadro lo representa de forma distinta y le evoca las sensaciones que su susbconsiente genera.

Aquí os dejo una de las mejores canciones que representan lo que os he dicho.