¿Es el matrimonio homosexual un concepto erróneo?

Desde que en 2005 se aprobó en España la ley que permitiría casarse a personas del mismo sexo, ha reinado un debate en la sociedad española acerca de la idoneidad del término «matrimonio homosexual». Se han aducido motivos jurídicos, éticos y religiosos tanto a favor como en contra. También los lingüistas han abordado la cuestión desde un punto de vista etimológico. Yo mismo escribí un artículo hace tres años criticando el uso del término matrimonio en este contexto. Vuelvo en el presente artículo sobre mis pasos para puntualizar una serie de aspectos fundamentales y concluir que el concepto de «matrimonio homosexual» no viola ninguna ley de la lengua.

Antes de empezar, quiero dejar claro que aquí se hace un análisis puramente lingüístico del tema. Lo que opine yo en otras esferas de análisis es completamente irrelevante y, por otro lado, de sobra conocido entre quienes me leen y me tratan a diario.

Hecha esta aclaración, vuelvo a destacar los problemas etimológicos en que incurriría el término «matrimonio» aplicado en este contexto. Matrimonio se deriva de los étimos latinos matris, genitivo de mater (madre) y munium (función, cuidado, ya que se consideraba que el mayor esfuerzo de la pareja a la hora del cuidado de los niños recaía en la madre), por lo tanto, la función de la madre inevitablemente descarta una relación de dos hombres, en la que no hay madre, cosa que no funcionaría de la misma forma si se tratase de dos mujeres, relación en la que sí puede haber una madre.

En cuanto a su aplicación en la realidad, el término matrimonio es una figura del derecho romano con la que un hombre podía trasmitir su patrimonio a sus descendientes directos.

La palabra continuó utilizándose en el derecho medieval ya desde una óptica cristiana, en el sentido de la unión eterna de un hombre y una mujer ante Dios. En el siglo XIII, Alfonso X escribió las Siete Partidas, un conjunto de normas con las que intentó darle uniformidad jurídica a todo el reino de Castilla. En una de estas partidas, se encuentra una referencia etimológica bastante interesante:

«Matris y munium son dos palabras del latín de que tomó nombre matrimonio, que quiere tanto decir en romance como oficio de madre. Y la razón de por qué llaman matrimonio al casamiento y no patrimonio es esta: porque la madre sufre mayores trabajos con los hijos que no el padre, pues comoquiera que el padre los engendre, la madre sufre gran embargo con ellos mientras que los trae en el vientre, y sufre muy grandes dolores cuando ha de parir y después que son nacidos, lleva muy grandes trabajos en criarlos ella por sí misma, y además de esto, porque los hijos, mientras que son pequeños, más necesitan la ayuda de la madre que del padre. Y porque todas estas razones sobredichas caen a la madre hacer y no al padre, por ello es llamado matrimonio y no patrimonio«.

Hasta ahora hemos podido ver las objeciones etimológicas e históricas que podría tener el matrimonio homosexual. Sin embargo, la lingüística ha de tener muy presente que, en un buen número de casos, los hablantes no respetan el origen etimológico de los términos que utilizan y las palabras comienzan a abarcar nuevos sentidos que se alejan del inicial. Los ejemplos en nuestra lengua son abundantísimos. Así, la palabra «histeria» significa literalmente «relativo al útero», pues cuando surgió el concepto, las creencias de la época atribuían el comportamiento histérico exclusivamente a las mujeres. Con el tiempo, la evolución de la psicología demostró que la histeria era un fenómeno que bien podía darse igualmente en hombres. Sin embargo, se continúa utilizando la palabra «histérico» para referirse a hombres con dicho trastorno y no ha ocurrido ninguna catástrofe.

Vemos que uno de los significados se ha alejado de su sentido inicial. Pero esa es la naturaleza de la lengua: el dinamismo. Construimos nuestro lenguaje a partir de analogías con el mundo que percibimos; nuestro conocimiento de la realidad se amplía y modifica constantemente y con él la variedad de metáforas y acepciones de cada palabra. Un ratón era hasta hace pocos años un roedor; desde la llegada de los ordenadores, se incorporó la acepción del aparato que mueve el cursor por la pantalla.

El matrimonio homosexual es una realidad jurídica en cada vez más estados y la flexibilidad semántica del término «matrimonio» ha extendido su significado a una nueva realidad social. Un concepto harto conocido en la lingüística es el de la motivación. Los hablantes creamos palabras porque nuestro entorno nos crea necesidades constantes. De esta forma, los esquimales tienen más de 20 palabras para designar a la nieve porque su entorno se lo exige. O, si no inventamos una nueva palabra, añadimos un nuevo sentido a una palabra ya existente.  El matrimonio homosexual es una nueva realidad y, como tal, ha encontrado su designación en una palabra que ya existía previamente. Nada nuevo bajo el sol.

Toma el dinero y corre

Recuerdo cuando en 2003 el gobierno de Aznar aprobó el envío de tropas españolas a Irak. La decisión del ejecutivo encontró una gran oposición en el mundo dizque intelectual. Músicos, cineastas, actores y escritores mostraron su amplio rechazo a la medida. Con todo su derecho a la libertad de expresión declararon a través de la prensa, de los premios Goya y demás que la única intención de la guerra era llevarse el petróleo, sin importar la vida de la población. Todos tenemos en nuestra mente las imágenes de esas grandes manifestaciones del «NO a la guerra» y de las acusaciones de fascista y terrorista a Aznar. Hasta aquí todo bien. Un grupo social se posiciona en contra de las políticas de un gobierno y utiliza su libertad para hacerse sentir.

Sin embargo, con el paso del tiempo cambian los gobiernos y actualmente nos dirige un partido de distinto signo. Ahora practiquemos la analogía que tanto le gusta hacer a los españoles. El presente gobierno, aparte de mantenernos en la guerra de Afganistán, acaba de mostrar su apoyo a la intervención militar en Libia, es decir, a la guerra. En cambio ya no vemos, ni veremos, las grandes manifestaciones contra la guerra. Esos grandes intelectuales comprometidos con la paz y la libertad del pueblo ahora se muestran taciturnos respecto a una guerra ataviada con eufemismos baratos de televisión pública.

Cuando uno observa el doble rasero y la caradura ostensible en el mundo público sólo puede reaccionar con asco y vergüenza. Pero cuando además lo hacen con el dinero de todos, cuando se venden por unas cuantas subvenciones y una imagen para los borregos, es cuando el asunto llega ya a lo moral y, a mi modo de ver, a lo criminal, esto es, al robo.

Todos los que me conocen saben que no me gusta dividir nunca las sociedades en izquierda y derecha, pues creo que el ser humano es libre y no tiene porque atarse a la obcecación y obsesión de algunos, que ven fachas o rojos por todas partes. No obstante, este país me obliga a ello, porque el español medio no es capaz de crear sus ideas en base a lo racional, sino en base a etiquetas sociales y a convenios colectivos. El origen de que la izquierda española tenga la sartén por el mango y presente tal superioridad moral se debe básicamente a que siempre está organizando manifestaciones, saliendo a la calle, haciendo ruido, con razón o no. En cambio, en España tenemos una derecha tonta, acomplejada y displicente, que es incapaz de defenderse y que así le va, venciendo por mayoría absoluta en las encuestas y manteniendo la patética estrategia electoral del centro y el complejo. Si la derecha española aprendiese de la británica o la americana, en primer lugar aprendería a deshacerse de la mano regresiva de la Iglesia Católica y, en segundo lugar, denunciaría estos hechos para que estas cigalas dejaran de aprovecharse de las hormigas, es decir, los ciudadanos. De este modo, sería voz pública que tanto en la izquierda como en la derecha se cocina corrupción e hipocresía.

Mucha gente trata de justificar las subvenciones a la cultura porque las consideran vitales para crear una sociedad culta e instruida. En primer lugar huelga decir que con Belén Esteban en prime time se demuestra que esto no se ha logrado. En segundo lugar, todo tipo de subvención origina monopolios. Me explico. En una sociedad intervenida, inexorablemente la subvención va a recaer sobre unos pocos, los cuales parten con ventaja respecto al resto, es decir, en pro de la igualdad se fomenta la desigualdad. ¿Qué hace que Almodóvar reciba subvenciones para hacer una película y yo no? Está claro, la pertenencia a la secta de la Zeja. Un buen cineasta se ha de hacer respetar por sus buenas películas y por tener un público que vaya a ver sus películas. Ocurre lo mismo con las empresas al fin y al cabo. Si una empresa no es lo suficientemente buena como para atraer al público quiebra, a menos que el Estado la subvencione, lo que estará postergando la vida de una empresa inútil. Luego no es de extrañar que nuestra mayor joya cinematográfica sea Torrente.

Por último y para dejar las cosas claras, habrá gente que alegue que la guerra de Irak se hizo sin consentimiento de la ONU y la de Libia sí lo tiene. Pero yo pregunto ¿qué autoridad moral le puede otorgar la ONU a una guerra? Es un organismo que con el derecho a veto de unos pocos países privilegiados elimina cualquier resquicio de democracia que pueda haber en él. Otro dato es que Libia, al igual que Irak, es un país con grandes reservas de petróleo. ¿Por qué si lo hacemos por el pueblo entonces no atacamos a otros líderes que también atacan a sus pueblos?

Ley antitabaco

«Así empezaron cosas muy terribles en la historia de la humanidad con denuncias unos a otros(…)aquí empezamos por denunciar a los fumadores» Así, se refería el Excmo. Sr. alcalde de Valladolid a la nueva ley antitabaco, como si de una ley nazi se tratase. Seguro que, él mismo, es partidario de la frase que en más de una ocasión, desde el día 1 de enero, hemos tenido que soportar todos «En el franquismo sí había libertad, podías fumar donde te salía de los cojones» Y es que la nueva ley antitabaco, no ha dejado indiferente a nadie, tanto fumadores como no fumadores comentan por doquier sus opiniones al respecto. Como es lógico, la ley antitabaco, no ha sido bien recibida por la población fumadora (30% según las estadísticas, en España) que se sube por las paredes, tachándola de tiránica. Sin embargo, los no fumadores más radicales, se vanaglorian del triunfo de la restricción de poder fumar en espacios públicos. En otra esfera, nos encontramos nosotros, a los que ni nos va ni nos viene la ley, pero que por opinar, que no quede.

En primer lugar quisiera reflexionar sobre el sentido primero de la norma. Esta ley habría sido aprobada , en primera instancia, para no dañar a la población no fumadora que se encuentra, en ocasiones, en contacto con la población  fumadora; en resumidas cuentas, para que los que hasta entonces eran denominados «fumadores pasivos obligados»  dejen de serlo. Por otra parte, también se puede deducir que la nueva norma ayudará a centenares de personas a dejar el tabaco, ya que en los lugares habituales donde podían fumar, a partir del 1 de enero, no lo pueden hacer y la restricción puede motivarle a dejar el hábito. Este último motivo resulta de especial relevancia, pues puede parecer que «papa legislativo» se ha levantado bondadoso y no quiere ponernos el traje de madera a causa del tabaco, pero por desgracia, no es así. El motivo real es que reduciendo la cantidad de fumadores y fumadores pasivos, sobre todo puesto que no pagan el impuesto del tabaco, se reduce una cantidad importante en gastos sanitarios causados por el tabaco.
Hasta aquí parece no haber ninguna incoherencia, pero basta con indagar un poco más para verlas pulular.La ley prohíbe fumar en los espacios cerrados. Si nos detenemos a analizar el sentido de la norma y las circunstancias, empieza haber algo que no funciona.
Pongamos por ejemplo un parking público donde entran varios miles de coches a lo largo del día.El aire que se respira ,en el mismo, está altamente contaminado, en comparación con los efectos que pueda causar el cigarrillo de un fumador en el mismo espacio. ¿Estaría legitimado el ciudadano a fumar en un parking público, sin presencia cercana de otros ciudadanos? Tanto en teoría como en la práctica no, aunque parezca absurdo.Algo parecido sucedería si un fumador a altas horas de la madrugada, decide entrar en un parque infantil(él es el único ciudadano que hay en el parque) donde también se ha prohibido fumar, a fumarse un cigarrillo. O el minero que trabaja en una mina a 800m de profundidad, inhalando todo tipo de gases tóxicos y polvo perjudicial para la salud,y es sancionado por una inspección rutinaria a causa de fumar en «lugar cerrado».
¿De verdad se corresponden norma, circunstancias y sentido último de la misma? Juzguen ustedes mismos, bajo mi parecer, no.

Un juez ante la justicia.

Todo lo que concierne a la guerra civil española, afecta directamente a la ciudadanía. Es un tema que levanta ampollas y esto ha sido aprovechado tanto por políticos –de todas las tendencias–  y jueces tendenciosos. La guerra civil ha sido un pasado trágico con atrocidades cometidas por ambos bandos –republicano y nacional– y que mantuvo y sigue manteniendo a España dividida en dos. En la Transición Española, se realizó la Ley de Amnistía en 1977 para olvidar este pasado e iniciar una nueva etapa política en la que el concepto “dos Españas” no tuviera cabida en la sociedad.

El juez Baltasar Garzón, se ha saltado la ley; el juez ha delinquido saltándose la ley de 1977 con el consiguiente levantamiento de la población, la “clase política” y los medios de comunicación; los tres sectores divididos. Unos optan por defender al juez imputado y otros optan por el amparo a la imputación del juez. Los que defienden a Garzón se resguardan en las leyes que no están inspiradas en la ética o no tienen validez en el contexto actual. Los que denuncian la actitud de Baltasar arguyen que la ley debe ser cumplida por cualquier ciudadano bajo cualquier concepto y máxime si se trata de un juez, un referente para la sociedad.

Los defensores del jienense pretenden que no sea juzgado ni condenado. Ahora bien, podrá ser honesta o no esta ley, podrá ser válida o no; pero es ilegal y la justicia funciona así: aquel que incumple la ley –sea cual sea– debe ser juzgado y condenado. Por tanto, el argumento es inválido.  Primero habría que suprimir la ley y luego se podrá actuar libremente.

Algunos defensores del imputado juez, están convencidos de que hay una persecución contra él. Pues bien, esto ha sido desmentido por el propio abogado de Garzón que dijo: “no hay ninguna persecución contra él pues tiene tres causas pendientes desde tres orígenes distintos”. Efectivamente, tiene tres causas pendientes –negocios con dinero ilícito, escuchas ilegales e incumplimiento de la susodicha ley–. Asimismo, se han publicado artículos alegando que, por el mero hecho de que asociaciones fascistas como Falange Española hayan denunciado al juez, ya la denuncia es inválida. Esta actitud es puramente española. ¡Qué razón tenía Ortega cuando dijo que los españoles hacemos más caso a la persona que dice algo que a lo que dice!

Está claro, la Falange Española ha denunciado por miedo a que salgan a la luz verdades que puedan afectarle, pero resulta que, esta vez, las leyes les dan la razón. No obstante, la ley debe cumplirse bajo cualquier concepto, para eso está. Si una ley está amparando a asociaciones fascistas e impide el descubrimiento de la verdad, habría que decirle en una palabra a los responsables legislativos: quítenla.

El juez Baltasar Garzón llegando a los juzgados.

Se podría hacer una comparativa entre los juicios de Núremberg en Alemania y los crímenes cometidos durante la guerra civil y el franquismo. En muchos países se ha juzgado los crímenes cometidos anteriormente ¿por qué no España? Pues bien, la situación de España es algo distinta. Entre la guerra civil y el franquismo hay unos cincuenta o sesenta años de por medio, existe una ley de amnistía la que ha amnistiado a personas que todavía siguen vivas como Carrillo. Por tanto, si esa ley se suprime personas como Santiago Carrillo deben ser juzgadas.

Quiero desde aquí responder a los garzonistas que apelan a la ética. Para apelar a la ética hay que hacerlo en todos los campos, no se puede tener ni una doble moral ni una visión sesgada que, por cierto, el mismo juez tiene. ¿Que por qué es sectario? Porque atiende a su interés personal, cosa que muchos jueces –sobre todo los altos– suelen hacer. Por ejemplo, investigó el conocido caso GAL con el que pretendió imputar al presidente Felipe González Márquez. Llegó a sentar en el banquillo al ministro del interior de González, pero la jugada no le salió todo lo bien que quiso y, posteriormente, decidió alistarse a las filas del PSOE que luego abandonó para volver a dedicarse a la justicia. Lamentablemente, no se ha dedicado todo lo bien que uno quisiera: ha reabierto heridas en la sociedad española y está siendo juzgado. Mire usted y a ver quién me lo rebate, este juez hace caso omiso a la justicia, tiene intereses claramente personales, imparte «justicia» favoreciendo al partido que esté en el poder . Mejor que juez, yo le llamaría leguleyo.

El imputado junto a el presidente del que fue su partido.

En conclusión, un juez por el mero hecho de serlo tiene que ser objetivo, no actuar por ideo- logía propia. Un juez es el que interpreta las leyes, no el que se las salta.

Medidas desmedidas

Voz masculina:

Voz femenina:

El 1 de Enero de 2010, escribí un artículo para este mismo blog en el que planteaba algunas medidas económicas para salir de la crisis. Se ha cumplido exactamente aquello que pronostiqué: espiral de desempleo-déficit, es decir, que si el gobierno no cambiaba de política económica; el desempleo y el déficit aumentaría a largo plazo.  Es exactamente lo que ha ocurrido.

En aquel momento, la situación no era tan gravemente desastrosa como la de ahora: el dé- ficit era ocho mil millones de euros inferior, situándose  en setenta y cinco mil millones de euros aproximadamente; el desempleo no superaba los cuatro millones; la coyuntura inter- nacional era favorable; la confianza en España era mayor. La situación era desastrosa, pero ahora lo es aún más. Por este motivo, Europa acaba de aprobar un fondo para salvar, en ca- so de necesitarlo, a paises como España. Qué razón tenía Ortega con que España era el problema y Europa la solución.

Dirigentes Europeos han obligado al gobierno de España a que tome medidas serias y ur- gentes para reducir el déficit. Asimismo, el presidente Obama ha comunicado a Zapatero el deseo de que España salga de esa situación tan perjudicial. Y Zapatero, hace lo propio y emprende una serie de medidas urgentes para evitar que el país se vaya a la quiebra. Las medidas son las siguientes:

– Reducción del salario de los funcionarios en un 5% y congelación de los salarios en 2011.

– Reducción del 15% del salario de los miembros del Gobierno.

– Eliminación de la ayuda de dos mil quinientos euros por hijo nacido.

– Suspensión de la revalorización de las pensiones en 2011.

– Eliminación de la jubilación parcial.

– Austeridad farmacéutica.

En mi opinión, estas medidas son necesarias a medio plazo. Dicho de otra forma más colo- quial :  casi cualquier medida es buena en este momento. Puede que, a corto plazo, la situa- ción económica de las personas se vea afectada, pero estas medidas urgentes conducen a una mejora económica. Hay que matizar que estas medidas tienen que suponer una antesala del reformismo económico y no quedarse en un principio. Estas medidas tienen que acompañarse, poco a poco, con medidas más globales, más estructurales que ocasionen el vislumbramiento de los «brotes verdes» y una salida de la crisis. Es verdad que al gobierno le quedaban dos actitudes: realizar este tipo de medidas o no hacerlas y mirar como el país se hundía. Por este motivo, me parece más positiva que negativa la reacción del gobierno.

Comparecencia de Zapatero en Europa.

Dicho esto, estas medidas se han tomado no por la crisis económica, sino por la propia ac- ción del gobierno. De haberse actuado en Enero de 2010,  no serían necesarias unas medi- das tan urgentes y la situación económica estaría algo mejor. Por tanto, el gobierno ha gestionado la economía con una nota de cero sobre diez y los problemas que la acción de gobierno ha causado los está resolviendo con una nota de cuatro sobre diez.

¿Por qué estas medidas merecen un cuatro? ¿Por qué no merecen, al menos, el aprobado? En primer lugar, porque el causante de las medidas no es la acción responsable del gobier- no, sino que han sido obligadas por la Unión Europea. Analicemos ahora las medidas en sí mismas sin tener en cuenta el causante ni la persona que las realiza.

En segundo lugar, porque se podían haber reducido más los sueldos a los miembros del go- bierno y a los diputados del parlamento en general. Asimismo, se podían haber eliminado ministerios superfluos y eliminar o, en su defecto, recortar las subvenciones a los sindica- tos.

Pero, sobre todo, estas medidas no se merecen el aprobado porque reducir las ayudas a las empresas, reducir los sueldos de los funcionarios y aumentar los subsidios de desempleo ; son políticas miópicas, que no tienen  en cuenta el futuro, y que seguirán creando paro -de no ser acompañadas con medidas estructurales-.  Pero «dentro de lo que cabe», el balance general es más positivo que negativo puesto que una nota de cuatro a un gobierno que nun- ca supera el tres, siempre es positivo.

«No doy crédito»

Con esta frase iniciaba el presidente del gobierno de España, José Luis Rodriguez Zapatero, la respuesta a la pregunta de si España acabará igual que Grecia. Calificó esta pregunta de «despropósito descomunal», y de «rumores intolerables».

En el momento en el que escuché que «no daba crédito» no lograba discernir la realidad de la fantasía. Pensé, por un momento, que se refería a las empresas españolas a las cuales tampoco da crédito.

Lo que sí es cierto es que, como puede observarse en el vídeo, culpó a estos rumores de ser los culpables de la caída de la bolsa española. Sr. Zapatero: ¿Cómo un «despropósito» de tal magnitud puede hacer caer la bolsa española a los 9.600 puntos? ¿Cómo se puede tachar de «absoluta locura» algo que ha sido expresado por altos responsables económicos?

Dejo para lo último lo más humillante para mí. El presidente de mi país ha afirmado que: «España presenta unos índices de solvencia fuerte». Mire usted, que lo diga alguien que no tenga responsabilidad ni tenga conocimientos puede ocurrir; pero que el presidente de un país afirme que España es solvente con 80.000 millones de euros de déficit me parece un dislate tan tremendo como de esperpéntica es la acción del gobierno. Aquel presidente que dijere que un país es solvente con una deuda per cápita superior a dos mil euros debería ser denunciado por infamia. No solamente miente y engaña, sino que incrementa el daño a su propio país al que no le cuenta la verdad, derrenga la credibilidad de España en la Comunidad Internacional y, por último, acerca a España a la situación de Grecia.

Por lo menos me queda un atisbo de tranquilidad sabiendo que el presidente no se cree lo que está diciendo, ya que al afirmar la susodicha frase irrisoria, él mismo no puede evitar escapársele una ligera sonrrisa.

Señor Presidente, yo tampoco le doy crédito y espero que los españoles tampoco se lo den.

Estadísticas de España III: Demografía

Hace pocos días, el Gobierno de España planteó la subida de la edad de jubilación de los 65 años hasta los 67 años. Es este motivo, y no otros como los casi 5 millones de parados o los más de 71.000.000.000 € de déficit que sufre España, fueron los que llevaron a los sindicatos a realizar una manifestación calificada por muchos como minifestación.

Para comprender el problema de la subida de la edad de jubilación y sus causas es necesario profundizar en datos estadísticos y demográficos. Por eso, hoy les traigo el gráfico de la pirámide de población española actual.

Como se puede observar en la pirámide de población de 2009, las personas que están en el rango de edad medio (50-30 años) abundan.  La natalidad se ha reducido gravemente y las personas fe rango de edad medio deberán ser mantenidas por los que nacen. En consecuencia, España se convertirá en un país envejecido con la consiguiente desaceleración económica. Esto unido a los graves problemas de España en el sector servicios ocasionará un grave problema económico que se convertirá endémico se no solucionarse pronto. La solución no es subir la edad de jubilación sino fomentar la economía ayudando a mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos ya que los periodos de crecimiento económico coinciden con el aumento de la tasa de natalidad. Esto se puede explicar porque los hijos representan un gasto económico.  Muchas personas, ven aquí otra razón más para argumentar que la Ley del Aborto solo ocasiona perjuicios para los ciudadanos.

«Van a por nosotros»

La entrada sobre los asesores de zapatero en el blog de einoo me hizo cabrearme. Y es que aun con 656 asesores (algunos de ellos sin el graduado) ZP no consigue salir de su desgobierno. No es que no haga nada sino que lo que hace lo hace mal, por lo menos que se quede quieto.

Los sindicatos han anunciado que saldrán a la calle, algo que no ocurría con un gobierno socialista desde que gobernaba Felipe Gonzalez en el 88. Imaginénse si estamos mal.

Pero no solo eso, ZP hizo dos llamadas de emegencia. Es la primera vez que ZP se asusta y se asusta de verdad. Salgado, la vicepresidenta económica, le dijo: «van a por nosotros». Este se asustó y llamó a Solbes y a Felipe González y los dos confirmaron lo que le dijo Salgado, que van a por él y que la situación está muy mal.

En efecto, la situación económica es de lágrima. Agarrense todos para los próximos meses que nos esperan. Una subida del IVA del 2% cuyas consecuencias expuse en una entrada anterior, una subida del Impuesto de Sociedades, el plan de pensiones. Nada más que de analizar las consecuencias de una medida aislada me tiemblan las piernas. Con razón, en este momento, el saldo migratorio es negativo.

Todas estas cosas actuales y un sinfin de más estragos que el PSOE ha causado en España me hacen pensar que el fin de José Luis Rodriguez Zapatero está más cerca de lo que muchos creen.

Zapatinglish

Aquí vemos una nueva muestra de los problemas que tiene ZP para comunicarse con los demás países.