Lope de Vega.

La calidad elementar resiste

mi amor, que a la virtud celeste aspira,

y en las mentes angélicas se mira,

donde la idea del calor consiste.

No ya como elemento el fuego viste

el alma, cuyo vuelo al sol admira;

que de inferiores mundos se retira,

donde el serafín ardiendo asiste.

No puede elementar fuego abrasarme.

La virtud celestial que vivifica,

envidia el verme a la suprema alzarme;

que donde el fuego angélico me aplica,

¿cómo podra mortal poder tocarme,

que eterno y fin contradición implica?

Con este soneto…sobran las palabras.