Academia exquisita

Academia exquisita: dícese (según yo claro esta) de los modales políticamente correcto.

A partir de esta definición quiero exponer algunos puntos.
Odio el sistema de enseñanza sobre el que actualmente se asienta nuestra sociedad del siglo XXI.Y lo odio por varias razones: las clases, los horarios ordenados, las tardes de estudio… me descojono con todo esto.  Y ¿por qué? pues muy simple, porque hay lugares donde se aprende más que en un simple instituto, porque se puede aprender cosas en los autobuses de viaje, en los bares de copas, en el callejón de mala muerte, en el infierno.

Y no hablo sin conocimento de causa, sino que se muy bien lo que digo, porque por suerte extraigo ese conocimiento de la calle que muchos no lo califican como tal. Un ejemplo muy claro fue hace dos semanas, me encontraba en un bar con un amigo que ama igual que lo la poesía y entre copas estuvimos recitando hasta las tantas de la madrugada y aprendí, aunque parezca mentira como en 10 años en un instituto de literatura.

¿Sabéis lo que he aprendido durante toda mi estancia en centros de «aprendizaje»? Nada, todo ideas efímeras que vuelan tras los examenes. He aprendido lo que el sistema quiera que aprenda, horarios ordenados (detestables por cierto), superar pruebas desagradables tipo examenes y un sin fin de cosas de este estilo que no sirve nada mas que para enmarcar un título en la pared.

Pero claro, el conocimiento de la calle, este conocimiento exelente,nadie lo reconoce y parece que no existe. Pero hay se encuentra la base de la genialidad del mundo, de los grandes hechos del ser humano. Ningún genio se mató estudiando en universidades exquisitas de la calle, todos y cada uno de ellos se nutrieron de la mejor que existe pero nadie reconoce, la universidad de la calle.

Es por esto por lo que detesto a los personajillos exquisitos de academia que se creen poseedores del intelecto del mundo y jamás han probado el néctar del intelecto callejero.